Un petiso, un loco, un sátiro y un ángel: los asesinos seriales en la historia de la Argentina
El FBI define un asesino serial como una persona que mata a tres o más víctimas en un lapso mayor a 30 días, y con un período de enfriamiento entre ellas.
En la Argentina algunos dicen que Carlos Robledo Puch -conocido como "el ángel de la muerte"- entra en estas características, mientras que otros no porque entre sus muertos hay hombres y mujeres, y que su objetivo principal en la década del ‘70 eran los robos.
El que sin dudas fue un asesino serial fue Cayetano Santos Godino, "el petiso orejudo", que en 1912 mató a cuatro chicos en Buenos Aires y trató de asesinar a otros tres.
También hay que mencionar a "el loco del martillo": en los ‘60, Raúl Aníbal González Higonet atacó a nueve mujeres en el conurbano, de las cuales tres murieron.
Además, Francisco Laurenana violó y asesinó a trece mujeres en los ‘70. Como sello distintivo del horror, "el sátiro de San Isidro" le comió un pedazo del cuerpo a todas sus víctimas.