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Trabajaban como lustrabotas para pagarse sus estudios y se recibieron de enfermeros

En el 2016, Carlos y Mario Cúmez se hicieron conocidos gracias a una publicación en redes sociales en la que se contaba parte su historia junto a una fotografía que los mostraba trabajando como lustrabotas en los exteriores de un hospital en Guatemala, para pagar sus estudios y poder recibirse de enfermeros.

Los hermanos, quienes son oriundos de Chichicastenango, Perú desempeñaban dicho oficio de lunes a viernes a fin de pagarse sus estudios de enfermeros. Sin embargo, sus vidas cambiaron tras lustrar los zapatos de Silvia Santisteban y su hija Olga, quienes se conmovieron con su situación y se encargaron de darla a conocer a través de Facebook.

El relato acerca del esfuerzo que hacían Carlos y Mario para no renunciar a sus sueños se volvió viral, por lo que la Universidad Panamericana se contactó con ellos y les otorgó a cada uno un beca para completa para estudiar la carrera de Enfermería.

Asimismo, el Instituto Guatemalteco Americano (IGA) también les dio una beca para aprender inglés, mientras que el Ministerio de Educación le brindó una oportunidad laboral a Mario para trabajar como recepcionista en la sede central de este sector.

El último jueves 27 de octubre, Carlos y Mario Cúmez se convirtieron en los dos primeros miembros de su familia en terminar una carrera universitaria, luego de seis años de estudio y sacrificio. Ahora, ambos son dueños y administradores de Farmacias Cúmez y cuentan con dos sucursales ubicadas en Chichicastenango (Guatemala), según informó el Periódico Digital Centroamericano y del Caribe.



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