Le bajaron la pena a 8 años a la mujer que asesinó de un ladrillazo a su ex pareja
El pasado 5 de agosto la Justicia entendió que Gabriela Nuñez (29) fue culpable del homicidio preterintencional de Gonzalo Martínez (25). Por ello, el tribunal decidió declararla culpable por asesinar a su ex pareja de un ladrillazo. El hecho ocurrió la mañana del 2 de octubre pasado, en la vereda de la casa de la joven en el Lote Hogar 12, en Pocito. Este jueves el Tribunal de Impugnación, integrado por Ana Lia Larrea, Benedicto Correa y Daniel Guillén, cambió la calificación y la redujo la condena a 8 años.
Ana Lía Larrea argumentó que el acto de Gabriela Núñez fue en estado de emoción violenta y expresó que ella era víctima de violencia de género por parte de Martínez.
Además afirmó que en el día del hecho el hombre que murió por un ladrillazo ingresó ilegítimamente a la casa de Núñez y golpeó a la nueva pareja de Núñez y al amigo.
En este contexto, el triunvirato y los vocales resolvieron de manera unánime ver a Gabriela Núñez responsable del delito de homicidio en estado de emoción violenta. Además, le dictaron una pena de 8 años de prisión efectiva.
Gustavo de la Fuente, abogado de la familia de Martínez, afirmó que no están conformes con la condena, por lo tanto, impugnaran la sentencia e irán a Casación.
Por su parte, Filomena Noriega, abogada de Núñez, se mostró contenta por el cambio de calificación.
El caso del ladrillazo
En octubre del año 2021 una mujer mató de un ladrillazo a su ex. Gabriela Núñez le arrojó un ladrillo a la cabeza a su expareja y el muchacho se desvaneció y murió en el Lote Hogar 12, en Pocito.Núñez afirmó luego de una audiencia que el fallecido habría querido abusar de su hija de 9 años y por eso ella le lanzó "un pedacito de ladrillo porque no fue un ladrillazo entero".La acusada contó que el día en el que perdió la vida Martínez estaba drogado y borracho. Además aseguró que ella le había puesto una perimetral que el fallecido no respetaba.
También resaltó tras pegarle con el ladrillo no sabía que el joven estaba mal. Pero luego buscó la ayuda de una vecina y un taxista para que le hicieran RCP.