Mujer tuvo a su hijo en la calle porque le negaron la atención en un hospital
Durante la madrugada del sábado, Rosa sintió fuertes contracciones y fue a la salita del barrio Las Perlas de Cipolletti.
Rosa Casandra y Cristian Cruz hace nueve meses que esperaban por uno de los grandes momentos de su vida: ser padres. La dulce espera se transformó en una verdadera pesadilla cuando decidieron tenerlo en la salita del barrio Las Perlas de Cipolletti, Río Negro. Allí todo fue de mal en peor: nunca la vio un médico, la mandaron a la casa con una inyección y terminó dando a luz en el medio de la calle.
El infierno comenzó a las 4 de la mañana del sábado, cuando Rosa comenzó a sentir fuertes contracciones. Sin la posibilidad de contar con un auto, Cristian propuso ir al Centro de salud "Balsa" que está ubicado a unas 15 cuadras de su casa aproximadamente. Tomaron las cosas y emprendieron la caminata hacia al hospital.
Ni bien llegaron, los recibió una enfermera que les dijo que se trataba de una "falsa alarma" y le aseguró a Rosa que "no estaba preparada para realizar un parto aún". Claro, la información que les dio la enfermera los tranquilizó, aunque las contracciones que sufría la joven seguían haciéndose presentes.
"Había un enfermero y una enfermera. Ella le dijo que no estaba para ser atendida, que todavía le faltaba y le colocó una inyección para calmar las contracciones. Después la mandó para su casa", contó a TN Karina Espínola, la tía de Cristian, que fue una de las primeras personas en asistir a la pareja.
De acuerdo al relato de Karina, Cruz le insistió a la enfermera para que revise a su pareja, ya que veía que "la pancita de ella estaba para abajo". Sin embargo, la respuesta de la empleada fue negativa y no tuvieron más opción que volverse a su casa, nuevamente a pie.
El pequeño cayó de cabeza al piso. (Foto: gentileza Diario Río Negro)
Pero las 15 cuadras que separaban a la casa de los futuros padres del centro de salud se hicieron eternas y Rosa no llegó a soportar el dolor de las contracciones. "A tres o cuatro cuadras de la salita rompió bolsa y aguantó caminando varias cuadras más. Querían llegar a la casa, pero les faltaban como tres cuadras. Hicieron una más y ella se desvaneció, se le aflojaron las piernas", relató Karina.
El terror escaló. Cristian y Rosa quedaron sentados en el medio de la solitaria vereda a punto de tener a su hijo ahí, a la intemperie. Él, en estado de shock, trató de ayudarla en lo que pudo. Se sentó y esperó las indicaciones de ella, que a los pocos segundos le dijo que estaba por salir el bebé.
"El bebé estaba resbalando y no pudo agarrarlo justo a tiempo. Llegó a tocar la tierra porque con el líquido que había estaba muy resbaladizo", detalló Karina sobre el tenso momento. Luego, Cristian se sacó la remera, lo cubrió y se lo dejó a Rosa para ir a buscar ayuda. La única opción era su tía, Karina, que vivía a una cuadra y media de donde estaban.
Cuando Karina llegó, según su relato, los vio tirados en el suelo con el bebé en brazos de Rosa, que estaba muy angustiada. "Me decía "mi bebé se muere, tengo miedo". Era muy angustiante y desesperante la situación. Traté de buscar a alguien, pero la calle estaba vacía", explicó la tía de Cristian. Fue en ese momento que apareció el salvador.
Varios minutos después, un joven pasó por la calle a bordo de una camioneta traffic blanca, pero no frenó. Al rato, dio la vuelta, observó la situación y acudió en su ayuda para llevarlos nuevamente a la salita. "Él nos dijo que pensó que había sido un accidente, pero que le pareció raro porque no vio ningún auto. Ahí fue cuando dio la vuelta y nos ayudó", contó la mujer.
Ya en la salita, nuevamente, la pareja le reclamó a los enfermeros que nada de lo que ocurrió hubiese sucedido si revisaban bien a Rosa. En el centro de salud les pidieron disculpas y la dejaron internada a ella y al bebé recién nacido, que se encuentra en estado de observación, pero en buenas condiciones de salud.
"Duermen todo el tiempo y te atienden cuando quieren": las reiteradas denuncias contra el hospital
Ante semejante situación, la impotencia se adueñó de Karina, quien decidió hacer público el caso en las redes sociales para que toda la comunidad de Cipolletti sepa lo que ocurre en la salita "Balsa" del barrio Las Perlas. Lo que nunca se hubiese esperado fue la gran cantidad de respuestas de personas que denunciaron el mismo trato por parte de los médicos.
"No voy a permitir que esa gente siga ahí, porque no es solo mi sobrina. A muchísimas familias le hicieron daño, duermen todo el tiempo, te atienden cuando quieren y todo el tiempo están con el celular. En la puerta del lugar hay un libro de quejas con reclamos de abandono de persona", contó Karina.
La mujer reveló que el pueblo "está luchando hace años para que se haga un hospital" en las inmediaciones del barrio Las Perlas porque a los vecinos de la zona los separan más de 45 minutos en colectivos hasta el centro de salud que se encuentra en el centro cívico de Cipolletti.
La tía de la pareja insistió en que no debe volver a pasar una situación de tal magnitud, que fue "desesperante y triste". "Somos una familia humilde que no tiene un vehículo para moverse, la tendrían que haber dejado en observación para evitar lo que ocurrió", remarcó la mujer.