El "lado oscuro" del sol: ¿cómo proteger a nuestra piel de los efectos nocivos?
Estudios científicos señalan que sólo bastan 15 minutos de exposición para que los rayos afecten la piel cuando está desprotegida. A continuación, recomendaciones de una profesional.
El sol es fuente de energía para todos los seres vivos y, en el ser humano, juega un papel fundamental: participa del metabolismo del calcio, del ciclo sueño-vigilia y de procesos hormonales, entre otros eventos fisiológicos. Pero, si bien tiene algunos beneficios para nuestra salud (como la síntesis de vitamina D, por ejemplo), la exposición prolongada a altas radiaciones solares puede provocar severos daños en la piel, muchas veces con consecuencias graves. Del Sur Diario dialogó con la dermatóloga Amalia Rueda de Pastor para conocer cuáles son los cuidados a tener en cuenta.
"Los rayos del sol no son convenientes para nuestro cuerpo porque estimulan todas las células de pigmentación, haciéndolas trabajar más para proteger la piel. Y eso, a medida que se extiende el tiempo de exposición, puede traer consecuencias. Esas células pueden degenerarse y provocar, incluso, tumores malignos", comentó la profesional.
Diversos estudios científicos señalan que sólo bastan 15 minutos al sol para que los rayos afecten la piel cuando está desprotegida. "Tenemos un espectro importante de rayos solares, por eso hay horarios recomendables para exponersea ellos: antes de las 11 de la mañana o después de las 16 de la tarde. Y siempre con protección".
En la actualidad existe una gran variedad de presentaciones de protectores solares: crema, gel, toque seco, fluido, leche, bruma, etc. Su uso diario es indispensable ya que, aún en los días nublados, la exposición solar sigue siendo un riesgo para nuestra salud. "Es importante elegir un producto cuyo factor sea elevado. Además, hay que retocarlo cada dos o tres horas, sobre todo en aquellas zonas más expuestas", comentó la dermatóloga.
Utilizar la ropa adecuada también es un factor clave. "Que sean prendas de fibras absorbentes, tipo algodón, y de colores claros. Complementarlo con gorras, sombreros o capelinas ayuda mucho".
Además, no debemos olvidarnos de una correcta y constante ingesta de líquidos. Porque el sol no solo afecta la piel provocando quemaduras graves, sino que el calor puede causar altos niveles de deshidratación. "En el caso de los niños, debemos reforzar estos cuidados ya que tienen la piel más sensible".
Cómo detectar los daños del sol en nuestra piel
El control de lunares o nevus es muy importante para detectar posibles daños del sol en nuestra piel. Según la Dra. Rueda, "ver si han cambiado de color, de tamaño, si pican o sangran. Si aparecen nuevos o si la piel comienza a enrojecerse o a ampollarse, esas son las lesiones más graves que deben ponernos en alerta".
Es importante tener en cuenta que estas recomendaciones deben ser un hábito a poner en práctica todos los días. También es recomendable realizar visitas al dermatólogo/a al menos dos veces al año, en el caso de pieles sanas que no presenten lesiones que revistan gravedad.