Intentaron robar en la casa de Messi en Barcelona
Los delincuentes no pudieron ingresar a su casa y se escaparon antes de que llegara la policía.
Mientras Lionel Messi piensa si sigue en el PSG o vuelve al Barcelona, una de sus mansiones que tiene en Barcelona casi sufre un atentado de robo. Dos delincuentes encapuchados merodeaban por los jardines y antes de que llegara la policía huyeron. No pudieron ingresar a la vivienda ni llevarse nada.
Las imágenes de las cámaras de seguridad de la vivienda mostraron cómo se metieron en el jardín, saltando por encima de una de las paredes, pero luego no tuvieron éxito forcejeando las ventanas y las puertas exteriores, y se escaparon antes de que llegara la policía al lugar.
Según informó el periodista Carlos Quílez en el canal español Antena 3, el intento de robo se habría llevado a cabo a las 2:23 (hora de España) de la madrugada del jueves, a partir de lo cual los encapuchados estuvieron "merodeando" por el jardín de la casa, e intentaron forzar las puertas, las ventanas, el balcón y también el portón del garage del capitán argentino, pero no consiguieron vulnerarlas debido a las "extraordinarias" medidas de seguridad puestas en marcha para este tipo de escenarios. Al cabo de dos o tres minutos los asaltantes se escaparon por el mismo lugar por donde entraron, y poco después llegó la policía.
Messi adquirió esta vivienda de 10 mil metros cuadrados en 2010 junto a su mujer Antonela Roccuzzo, invirtiendo un monto de seis millones de euros en su compra y en numerosas renovaciones, y vivieron allí hasta la tumultuosa salida de la Pulga a PSG en 2021.
Se trata de una casa de tres pisos, equipada con una terraza, una pileta, una cancha de fútbol y otra de pádel, con decoración esencial y vistas a las montañas de Garraf y al mar Mediterráneo. A raíz de algunos inconvenientes en el pasado, la construcción se encuentra alejada de otras viviendas, y tampoco está permitido sobrevolarla dado que está rodeada por el Parque Natural Garraf, un área protegida por una ley de medio ambiente, según reveló Javier Sánchez-Prieto, presidente de la aerolínea española Vueling.