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Bajón invernal: ¿las bajas temperaturas aumentan la tristeza?

Conocé los detalles.

La sociedad puede separarse en quienes son amantes del calor, los team verano, y quienes ansían que lleguen las bajas temperaturas, los team invierno. Dependiendo los gustos, cada persona tiene su preferencia personal pero muchas personas afirman que se sienten más deprimidas con el frío.

Depresión invernal: en qué consiste

Un estudio revela que la disminución de la luz y la duración más corta de los días puede ocasionar cambios importantes en el estado de ánimo de las personas.

Cuando ocurren, dichos cambios están relacionados con el trastorno afectivo estacional, también conocido como depresión invernal, el cual no es considerado como un trastorno específico sino como un tipo de depresión que sigue un patrón estacional recurrente.

El trastorno afectivo estacional puede durar entre 4 y 5 meses, y en la mayoría de los casos inicia a finales del otoño o principios del invierno, desapareciendo durante la primavera y el verano. Sus síntomas son similares a los de la depresión, con algunos otros específicos adicionales como:

  • Dormir en exceso.
  • Aumento del apetito.
  • Aumento de peso.
  • Pérdida de interés.
  • Menor energía.

Los investigadores explican que "el motivo por el cual puede presentarse no está del todo claro. Sin embargo, teniendo en cuenta el periodo de aparición y la sensibilidad a las condicionesluminosas del medio ambiente en las que se presenta el trastorno, se cree que hay varios mecanismos que pueden estar relacionados, como el metabolismo de la melatonina, la disminución de la secreción de algunos neurotransmisores como la serotonina y la sensibilidad de la retina a la luz".

El estudio que afirma ¿todo lo contrario? sobre el invierno

Un estudio reciente llegó a la conclusión que durante el invierno estamos más despiertos y tenemos más capacidad para tomar decisiones y que el calor, por el contrario, nos lleva a tener menor fuerza para hacer actividades y hace que sea más difícil pensar.

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Todo está relacionado con nuestra capacidad para regular la temperatura de nuestro cuerpo. Cuando la temperatura ambiental es muy alta o muy baja, nuestro cuerpo usa energía para mantener nuestra temperatura corporal. O bien temblamos y sudamos, intentando de esta manera no sufrir hipotermia o un golpe de calor. Pero los dos procesos no requieren la misma cantidad de esfuerzo. Resulta que enfriar el cuerpo requiere de más energía que calentarlo.

Entonces, según los investigadores: "la demanda física para hacer frente al exceso de calor reduce nuestra capacidad cognitiva y afecta a nuestra capacidad para tomar decisiones".

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