Un país pagará hasta 90 mil dólares a las personas que quieran mudarse a una de sus 30 islas
El país está ofreciendo un tentador programa para rejuvenecer algunos de sus territorios menos poblados.
Cada vez más pueblos europeos –especialmente en Italia, aunque también hay casos en Alemania, en Grecia, en Croacia y en España– están implementando planes y programas tentadores para atraer a nuevos residentes a sus territorios.
Sucede que muchas zonas, sobre todo en el ámbito rural, ven cómo los habitantes más jóvenes se mudan al extranjero o a grandes ciudades en búsqueda de nuevas oportunidades y, como consecuencia, sufren el fenómeno de la despoblación.
En ese marco, un nuevo destino se suma a este fenómeno: Irlanda. El país acaba de anunciar un plan para revitalizar alrededor de 30 islas remotas que se extienden frente a la costa occidental, entre ellas Arranmore, Clare Island, Bere e Inis Mór.
Son islas escasamente pobladas y aisladas del resto del mundo. (Foto: Arranmore Blueway)
El programa lanzado por el Gobierno irlandés se llama "Nuestras islas vivas" y contempla territorios pequeños, escasamente poblados (en algunos viven poco más de 100 personas) y aislados del resto del mundo. Se trata de una estrategia a implementar en 10 años.
Cómo funciona el programa "Nuestras islas vivas"
Como parte del plan, Irlanda pagará hasta 90 mil dólares a las personas que quieran mudarse a una de las 30 islas remotas. Pero el apoyo financiero tiene un objetivo: debe utilizarse para revitalizar una propiedad abandonada.
En concreto, quienes aspiren a convertirse en habitantes de alguna de estas islas deberán comprar y acondicionar una vivienda que cumpla con dos condiciones: que haya sido construida antes del año 1993 y que haya permanecido desocupada por más de dos años.
El apoyo financiero debe utilizarse para revitalizar una propiedad abandonada. (Foto: Facebook Bere Island Community)
En esa línea, el dinero que ofrece el Gobierno irlandés debe emplearse únicamente para trabajos de construcción, remodelación y redecoración.
Por otro lado, hay que tener en cuenta un factor clave: el hecho de que cualquier persona pueda ser propietaria de una de estas casas no le garantiza que pueda vivir ahí. Sin embargo, pueden aspirar a conseguir una doble ciudadanía, una ciudadanía por naturalización o una visa de trabajo.