La rutina recomendada para combatir el estrés
La Universidad de Harvard publicó una serie de ejercicios para iniciar un proceso efectivo.
En ocasiones, las responsabilidades pueden generar malestar si no sabemos organizarnos y gestionar nuestras emociones adecuadamente. Sentimientos de frustración o ansiedad son comunes cuando nos enfrentamos a una sobrecarga de tareas en nuestra rutina.
La Biblioteca Nacional de Medicina advierte que el estrés prolongado puede ser perjudicial para nuestra salud, pero en pequeñas dosis puede ser beneficioso, ya que nos ayuda a evitar peligros y cumplir objetivos en plazos establecidos.
Con el propósito de promover el bienestar, la Universidad de Harvard, a través de Harvard Health, publicó una guía titulada "Manejo del estrés: mejora tu bienestar reduciendo el estrés y aumentando tu resiliencia". Este libro ofrece una serie de recomendaciones para vivir con más tranquilidad.
Los especialistas sugieren comenzar de forma gradual a implementar estás técnicas y hábitos en nuestra vida cotidiana. Es recomendable establecer como objetivo cumplir estas sugerencias durante una semana, como punto de partida para iniciar un proceso efectivo de manejo del estrés.
Empezá el día entre 10 y 15 minutos antes. Esto te ayudará a evitar despertarte abruptamente y apresurarte para sentarte en tu escritorio a trabajar. Tómate tiempo para desayunar e incluso realizar una breve meditación que te ayude a comenzar el día de manera más relajada.
Si debes desplazarte hacia otro lugar de trabajo y no tenes la opción de trabajar desde tu casa, aprovecha el viaje para estar consciente de tu cuerpo. Respira profundamente e intenta calmar tus pensamientos.
Antes de entrar al trabajo, enfoca tu mente en tus objetivos laborales del día. Te recomendamos que lo acompañes con respiraciones profundas.
Aprendé a distinguir las prioridades y organízate. Colocá las tareas más importantes al principio para asegurarte de completarlas. Las tareas menos importantes pueden dejarse para el final o, si es posible, eliminarse por completo de la lista.
Socializá. Conversar con un compañero sobre tus preocupaciones laborales o simplemente sobre la vida en general durante un breve período de tiempo ayuda a calmar la ansiedad.
Los descansos son necesarios. No es viable mantenernos concentrados en nuestras tareas durante toda la jornada laboral.
Los proyectos grandes, requieren pasos pequeños. Las tareas que parecen más complicadas y largas pueden abrumarnos incluso antes de comenzar. Empezá poco a poco, paso a paso, estableciendo objetivos coherentes y alcanzables.
Evitá el consumo de azúcar y carbohidratos refinados. En situaciones de estrés, nuestro cuerpo suele anhelar estos alimentos, pero en realidad solo afectan nuestro estado de ánimo y reducen nuestra energía.
No intentes controlar lo incontrolable. No dependas del comportamiento de otras personas; en cambio, concéntrate en ti mismo y en cómo reaccionar de la mejor manera posible.
Organizá tu espacio de trabajo. El desorden en el entorno también provoca desorden en nuestra mente.
Aprende a delegar. Cuando notes que otra persona puede realizar una tarea, no temas delegarla. Esto contribuirá no solo a tu bienestar, sino también al mejor funcionamiento de la empresa u organización.
Una vez que salgas del trabajo, desconéctate realmente. Evitá revisar tu correo electrónico o preocuparte por las tareas pendientes.
Establece una rutina de sueño. Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana, nos ayuda a organizar nuestro horario.
Evitá estímulos estresantes antes de acostarte. En su lugar, escucha música o un podcast.
SÍNTOMAS DEL ESTRÉS
El estrés es la respuesta del cerebro y del cuerpo frente a un desafío o demanda. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas que nos preparan para actuar. Estas hormonas pueden aumentar la presión arterial, frecuencia cardíaca y los niveles de azúcar en sangre.