Cual es la dieta con la que Luis Miguel sorprendió en Argentina
Los detalles de la famosa dieta
El cantante mexicano Luis Miguel se encuentra en Argentina, brindando una serie de conciertos en el Movistar Arena de la Ciudad de Buenos Aires, y demostrando que está vigente. También, sorprendió con una figura sumamente delgada, y hasta disparó la bizarra polémica sobre si sería efectivamente él quien sube al escenario. Pero, ¿cuál es la dieta seguida por el artista?
Los medios mexicanos coindicen en señalar que se trata del ayuno intermitente, que no consiste en otra cosa que reducir las comidas diarias a 3, y en el medio establecer un tiempo prolongado sin comer. Es el método "de moda" para quienes quieren bajar de peso.
Los portales especializados mencionan un ayuno de entre 8 a 10 horas, aunque pueden llegar a 12 o incluso 18, o todo el día en los casos más extremos.
Se explica que, durante el ayuno, los niveles de glucosa en sangre descienden y ello obliga al cuerpo a movilizar grasa desde el tejido adiposo, precisamente para reservar parte de esa glucosa. Esto favorece la quema de grasa, que conforma lo que solemos llamar "barriga" o "panza".
Otro beneficio que se cita es que ayuda a activar procesos metabólicos que aseguren el mantenimiento de los niveles sanguíneos.
Los tipos de ayunos intermitentes
Hay ayunos intermitentes 12/12, 16/8 o 20/4, donde el primer número indica el número de horas, del día, en que la persona decide voluntariamente no comer.
Semanalmente, aquí tenemos los ayunos intermitentes 6:1 o 5:2, donde el segundo número indica el número de días, en la semana, que la persona decide no comer.
Se acota que ayuno prolongado o verdadero se entiende como mínimo cuatro días en los que la persona no ingerirá alimentos sólidos.
Diferentes ayunos según la ingesta de líquidos
Variado: La persona ingiere un zumo por la mañana, un caldo vegetal por la noche además de agua e infusiones a lo largo del día.
Hídrico: La persona solo ingiere agua durante los días de ayuno.
Seco: La persona no ingiere ni alimentos sólidos ni líquidos los días de ayuno, este tipo es mucho más exigente y no es recomendable alargarlo más de dos o tres días.
Las fases fisiológicas de la dieta
Durante un ayuno, el metabolismo de la persona pasa fisiológicamente por diferentes procesos que se encuadran en dos fases:
1. Fase hipoglucémica
Cuando dejamos de comer el organismo utiliza para producir energía las reservas de glucosa que circulan por la sangre o bien se encuentran acumuladas en el hígado y en los músculos (en forma de glucógeno). Estas reservas duran, como mucho, dos días.
Esta fase se conoce como fase hipoglucémica, que como he dicho, durante un ayuno continuo, dura unas 24 - 48 horas, como consecuencia del agotamiento progresivo de estas reservas la persona puede experimentar ciertos síntomas como inestabilidad, mareo, debilidad, o somnolencia son la consecuencia de una posible bajada de los niveles de glucosa circulante o hipoglicemia (de ahí el nombre que recibe esta fase del ayuno).
Durante esta fase, en aquellos casos en que el cuerpo no consiga rápidamente restablecer los niveles de glucosa circulante, el cuerpo intenta compensar esta situación utilizando o aumentando la secreción de hormonas de estrés, sobre todo la adrenalina, que provocarán una movilización urgente de las reservas de glucosa musculares y del hígado. Estos niveles de Adrenalina son la causa muchas veces del insomnio, incluso la irritabilidad, que aparecen en esta primera fase del ayuno y que desaparecen, sí o sí, a partir del segundo día, cuando empieza la segunda fase del ayuno.
2. Fase cetogénica.
La segunda fase del ayuno es la fase cetogénica. Se llama así porque el cuerpo empieza a degradar o utilizar sus reservas de grasa para producir glucosa y en este proceso, que tiene lugar en el hígado, se producen unos subproductos metabólicos conocidos como cuerpos cetónicos.
Estos pueden ser utilizados como sustrato energético por el cerebro, el corazón y las gónadas (órganos clave para la supervivencia del organismo). Si por cualquier motivo, el cuerpo, o la persona no los acaba de utilizar, la persona notará situaciones o síntomas derivados de ese mal uso, como el mal aliento o un olor muy fuerte en la orina.
A partir del cuarto día de ayuno continuo, el cuerpo acabará por utilizarlos y los síntomas anteriores desaparecerán. En esta segunda fase el cerebro tiene mucha más energía disponible.
Si tenemos en cuenta que el cuerpo degrada a partir del tercer o cuarto día de 250gr a 450gr diarios de grasa que se traducen en unas 2250 – 4050 Kcal además de los cuerpos cetónicos.
Estos, además de ser utilizados como sustrato energético por el cerebro ejercen una acción neuroprotectora (antiinflamatoria). Según se asegura, a partir de este día de ayuno no se pasa hambre y las personas se sienten cada vez más enérgicos, a pesar de no estar ingiriendo más de 300 Kcal al día.
El fenómeno de la autofagia
Con esta dieta (16/8) el cuerpo se va progresivamente adaptando a utilizar la grasa como sustrato energético en el periodo de ayuno (16 horas) y de este modo es capaz de mantener constantes los niveles de glucosa circulantes.
Durante el ayuno sabemos que se activa el fenómeno conocido como autofagia, por el cual el cuerpo, sometido a una restricción calórica, elimina aquellas células menos funcionales y activa la generación de nuevas células mucho más eficientes.
"Eficientes" en este caso quiere decir que consumen menos energía, pero, a la vez, producen menos (cumplen su funciona utilizando menos energía). Esto supone muchos beneficios para el organismo, pero también hemos de tener en cuenta que el cuerpo utilizará los aminoácidos y las proteínas contenidos en estas células, para ser reutilizados por las nuevas células lo que impide en esta fase y durante cerca de unos 30 días que el cuerpo necesite utilizar los aminoácidos de las proteínas musculares para producir nuevas proteínas.
Beneficios del ayuno intermitente
-Mejora del metabolismo de la persona, es decir mejor y más eficiente aprovechamiento de los recursos energéticos del cuerpo lo que se traduce en pérdida de peso y mayor sensación de bienestar de la persona.
-Mejora del proceso digestivo de la persona ya que, al dejar descansar el tubo digestivo, éste tiene más tiempo para hacer correctamente su función.
-Reequilibrio hormonal de la persona, como hemos explicado anteriormente los niveles hormonales de Insulina disminuyen y esto se traduce en un reequilibrio de todas las demás hormonas que pueden estar condicionadas por niveles excesivos de insulina consecuencia de nuestro estilo de vida y alimenticio.
-Todos estos beneficios se traducen, al final en mayor bienestar emocional de la persona ya que su cerebro tiene más energía, su cuerpo menos dolor/inflación y sus hormonas (responsables de regular los ciclos energéticos de la persona) más equilibradas.