A 27 años del trágico fallecimiento de Gilda: un ícono que vive en el corazón de la música
Miriam Alejandra Bianchi, más conocida por su nombre artístico, Gilda
El 7 de septiembre de el mundo de la música perdió a una de sus estrellas más brillantes. Miriam Alejandra Bianchi, más conocida por su nombre artístico, Gilda, encontró un final abrupto y trágico en un accidente en la Ruta 12 en Entre Ríos. Junto a ella, otras seis almas partieron, entre ellas su madre y su hija, dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de sus seguidores.
Tomando el nombre de Gilda en honor a Rita Hayworth, la cantante argentina dejó un legado que trascendió fronteras y generaciones. Las circunstancias de su vida no fueron fáciles; desde joven, se vio en la obligación de tomar las riendas de su familia tras el deceso de su padre. Sin embargo, encontró refugio y pasión en la música, creando himnos que hoy, casi tres décadas después, siguen resonando en las radios y pistas de baile.
Hoy, un santuario erigido al costado de la Ruta 12, en el mismo kilómetro donde se produjo el accidente, recuerda a Gilda y a todos los que partieron aquel día. Y en la Ciudad de Buenos Aires, el Cementerio de Chacarita guarda sus restos, lugar de peregrinación para miles de fans que aún la recuerdan con cariño y nostalgia.
A lo largo de los años, la figura de Gilda ha sido inmortalizada en diferentes proyectos artísticos, como la obra teatral "Gilda" en 2015, la película protagonizada por Natalia Oreiro y la serie "Yo soy Gilda: amar es un milagro", con Brenda Asnicar en el papel principal.
27 años después, el legado de Gilda sigue intacto, recordándonos que su música y su historia son eternas. Aunque su voz se haya silenciado prematuramente, su espíritu y su influencia siguen vivos, celebrados por nuevas generaciones que descubren y se enamoran de su talento y pasión.
Hoy, recordamos a Gilda no solo por su trágico final, sino por el legado musical y humano que nos dejó.