Apenas tres semanas después de firmar por el Monza de la Serie A, Alejandro "Papu" Gómez recibió una dura noticia: las autoridades antidopaje le comunicaron que es sancionado con una suspensión por dos años. Según revela el medio español Relevo, el ex jugador del Sevilla dio positivo por una sustancia prohibida en un control que se realizó en noviembre de 2022, días antes de la celebración del Mundial.
"Todo sucedió en un entrenamiento del Sevilla cuando los doctores acudieron por sorpresa para realizar un control antidopaje. Según la versión del futbolista, días antes había pasado una mala noche lo que lo llevó a tomar un jarabe de uno de sus hijos sin una consulta previa a los médicos del club", mencionó el portal.
El mediocampista argentino, que hoy tiene 35 años, recién podría volver a jugar a los 37, con lo que la escena del retiro podría anticiparse de manera acelerada.
Antes de romper el vínculo que lo unía con los sevillanos hasta mediados de 2024 sobre el cierre del mercado de pases, se había rumoreado fuerte la idea de que el volante ofensivo argentino podía llegar a retirarse, aunque nunca se había mencionado esta falta. Luego de la racha de lesiones que lo acosó a partir de la conquista con la selección argentina en el Mundial, firmó en Monza en busca de recuperar su mejor versión y aseguró que rechazó ofertas de Arabia Saudita y Qatar.
Frente a los hechos, Papu Gómez hizo un descargo en el que aceptó haber tomado una medicación sin consultar a los médicos del Sevilla, pero que el remedio no habría sido otro que un jarabe de sus hijos. El brebaje habría tenido sustancias no permitidas por el reglamento de dopaje que fueron advertidas por el control sorpresa a partir del cual todo salió a la luz.