Por primera vez en Estados Unidos se usará gas nitrógeno para ejecutar un sentenciado a pena de muerte: Kenneth Eugene Smith, un sicario de 58 años que está en prisión desde 1996 por el asesinato de la esposa de un pastor cristiano, en 1988, quien quería cobrar un seguro de vida.
La ejecución por gas nitrógeno que está legalizada en tres de los estados norteamericanos: Oklahoma, Mississippi y Alabama, cuya Corte Suprema aprobó su ejecución mediante la hipoxia de nitrógeno.
Smith estuvo a punto de ser ejecutado con una inyección letal en noviembre del año pasado, pero al no poder suministrarle la cantidad de fármacos combinados para su muerte, el recluso pidió otro método de ejecución.
De manera que la Fiscalía dio curso al pedido de Smith y la Corte Suprema de Alabama aprobó su ejecución mediante la hipoxia de nitrógeno. Ahora, será la gobernadora electa Kay Iveye quien deberá fijar fecha para la ejecución.
El recluso, entonces, será forzado a respirar solo nitrógeno, privándolo del oxígeno necesario para mantener las funciones corporales y provocando así su muerte por asfixia.
Aunque los defensores del método aseguran que la muerte será indolora, los detractores lo comparan con la experimentación en humanos, por lo que se esperan litigios legales que atrasarían la ejecución de Smith.
De hecho, sus abogados ya presentaron un recurso ante la Corte Suprema de Alabama para que rechace la ejecución con nitrógeno, argumentando que el recluso no debería ser "sujeto de prueba" para el nuevo método de ejecución.
Después del fallo, el abogado Robert Grass prometió continuar la lucha judicial y señaló en una declaración que dos jueces, el presidente Tom Parker y el juez Greg Cook, no estuvieron de acuerdo con la decisión conocida esta semana.