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Estudio

Según la ciencia, comer poco y a la hora adecuada puede agregarnos años de vida

Respetar el reloj biológico a la hora de comer mejora las funciones del organismo, y aumenta nuestra expectativa de vida, según la ciencia.

La alimentación siempre fue fundamental para una buena salud, pero hasta ahora sólo se hacía hincapié en la calidad de la comida, y en la cantidad. En un nuevo estudio, la ciencia reveló que los horarios en los que comemos son determinantes para mejorar la calidad y expectativa de vida.

Comer poco y al horario correcto puede aumentar la cantidad de años de vida de una persona. Los estudios realizaron indicaron que el reloj biológico, que no sólo regula el horario de sueño, tiene gran influencia en el metabolismo.

Por qué es importante el horario de las comidas según la ciencia

Por eso el momento del día en que se consumen alimentos, es más importante de lo que se creía. Incluso puede ser un factor decisivo en la longevidad de las personas.

Un grupo de investigadores, liderados por Joseph Takahashi, descubridor del primer gen del reloj biológico, revela los resultados de la experimentación con animales. El trabajo científico fue publicado en la revista especializada Science, y pone luz sobre la importancia de alimentarse a horarios adecuados.

Según Takahashi, hay una relación entre el reloj biológico y la salud. Y aseguró que comprenderla puede no sólo sumar años y calidad de vida, sino luchar contra enfermedades como el cáncer.

La investigación trabajó con varios grupos de ratones. Los alimentaron con un 30 por ciento menos de lo habitual, y a diferentes horarios.

El asombroso resultado de la investigación de la ciencia sobre el horario de comidas

Todos vivieron más que los que comen grandes cantidades, pero el horario también incidió. Los ratones que podían comer sin restricciones horarias fueron un 10 por ciento más longevos. Los que eran alimentados solo de día vivieron un 20 por ciento más. Y los que tenían comida disponible solo de noche, cuando los ratones son más activos, un 35 por ciento más.

"Esto sorprendió mucho a toda la comunidad de longevidad, porque muestra que la hora en que se come es quizás el factor más importante", aseguró Takahashi. "El poder de este experimento es que los animales comen exactamente lo mismo cada día, la única diferencia es el patrón temporal que siguen al hacerlo. Estamos muy emocionados con este resultado", afirmó.

El científico se animó a lanzar la hipótesis de que el reloj biológico "está en la base de todos los mecanismos del organismo que están relacionados con la longevidad".

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