Por miedo a ser despedidos, los cosechadores no se animan a denunciar irregularidades en los sueldos
Así lo expresó el secretario general del Sindicato Obrero de Empleados Vitivinícolas y Afines de San Martín y Angaco Gustavo León.
Cosechar no es para cualquiera, es un empleo duro y sacrificado. Ante la falta de trabajo, muchos sanjuaninos toman estos empleos temporales. Sufre el calor, la lluvia y las largas horas que están metidos en el medio del campo.
Gustavo León, secretario general del Sindicato Obrero de Empleados Vitivinícolas y Afines de San Martín y Angaco habló de las irregularidades que hay en el pago de los salarios a cosechadores. Según comentó no todos los dueños de las fincas cumplen con los requisitos acordados en las paritarias.
Un obrero de viña con una antigüedad de hasta 3 años debería cobrar $112.273 de básico, más $5.139 de premio por asistencia, sumado a un refrigerio de $33.702 y una asignación no remunerativa de $69.500. En febrero, se incrementaría ese básico a $181.773.
"Cuando un patrón paga lo que corresponde, obreros le van a sobrar. Cuesta mucho que los obreros se animen a denunciar cuando no se cumple con los pagos, tienen miedo a la patronal", sostuvo León.