El saludo fascista deja de ser delito en Italia
Un alto tribunal de Italia estableció que hacer el llamado "saludo romano" no es un delito en sí mismo, si no apunta a resucitar al disuelto Partido Nacional Fascista.
El Tribunal Supremo de Italia alegó el pasado jueves que el saludo romano supone un delito si implica "un peligro concreto" de reorganizar el disuelto Partido Fascista, al analizar el caso de unos ultraderechistas condenados por hacer el saludo fascista en 2016. El Tribunal resolvió la situación de ocho personas juzgadas por una conmemoración neofascista en Milán (norte), absueltos en primer grado por una ley de 1952 pero condenados en segunda instancia por otra legislación de 1993.
La sentencia, de la que solo se ha emitido un resumen a la prensa, obliga ahora a repetir el juicio en apelación contra estas personas. El Supremo tribuna indicó que, como indica la ley de 1952, alzar el brazo, ritual propio del antiguo Partido Fascista, constituye un delito cuando represente "un peligro concreto de reorganización" de esa formación, prohibida por la Constitución.
"Es evidente que el saludo fascista es una ofensa a la sensibilidad individual", reconoció el abogado general del Tribunal Supremo, Pietro Gaeta, que consideró, no obstante, que no puede haber "sentencias aleatorias" al respecto, según el diario La Repubblica, citado por la agencia Europa Press.
En el primer fallo se tomó como referencia el artículo 5 de la Ley Scelba, que contempla penas y multas de prisión contra aquellos manifestantes que busquen revivir al disuelto partido fascista, mientras que en el segundo se aplicó la llamada Ley Mancino, que prohíbe manifestaciones de organizaciones, asociaciones, movimientos o grupos cuyos objetivos sean de forma explícita "la incitación a la discriminación o a la violencia por motivos raciales".
En este último fallo, por tanto, el máximo tribunal de casación pidió acatar la sentencia dictada en 2020, poniendo fin a la disputa legal, ya que es fundamental "distinguir el objetivo conmemorativo del peligro potencial" que tienen estas manifestaciones "para el orden público".
"Para impugnar la Ley Mancino es necesario que exista una organización cuyos objetivos incluyan la discriminación racial y la violencia racial", señaló, y agregó que en aquella manifestación "conmemorativa" no se cumplieron ninguna de las dos condiciones, por lo que los acusados quedaron absueltos.
La decisión se da poco después de que la Fiscalía de la capital italiana, Roma, abriera la pasada semana una investigación por una concentración de extrema derecha frente a la antigua sede del extinto Movimiento Social Italiano, fundado por seguidores del dictador Benito Mussolini en 1946, apenas un año después de su muerte.
Cientos de militantes de extrema derecha se congregaron en la vía Acca Larentia de Roma para, con el brazo derecho en alto y al grito de consignas ultraderechistas, recordar la figura de tres jóvenes del Frente Juvenil muertos hace 46 años, según recogió la agencia italiana de noticias AdnKronos.