Siete de cada diez personas le dan de baja a la prepaga
Es el gasto que los hogares de ese sector defienden hasta último momento, pero los ajustes imparables los vuelven impagables.
Las clases medias argentinas defienden con uñas y dientes la posibilidad de tener un buen servicio de atención médica, porque muchos han visto lo que el sistema público de atención representa cuando un familiar tiene que caer allí: horas de espera, turnos a plazos infinitos, carencias de todo tipo, falta de higiene y recursos humanos hartos que muchas veces no contienen a pacientes que atraviesan momentos de alta vulnerabilidad.
Pero ese último bastión está a punto de caer en forma estrepitosa: los ajustes brutales aplicados por las prepagas en los últimos meses a partir del vía libre que les dio el gobierno de Javier Milei derivarán en que apenas tres meses las cuotas prácticamente se dupliquen, volviendo impagables esos servicios.
Ante ese escenario, muchas familias, sobre todo de los sectores "medios-medios", no la clase media baja (que ya debió dejar esos servicios si los tenía), ni la media alta, que todavía tiene margen para resistir, ya han empezado a cambiar de prepaga o está pensando en hacerlo, según un sondeo privado.
Las empresas de medicina privada parecen decididas a quedarse con la frutilla del postre (las familias de ingresos altos) y concentrarse en menos cantidad de gente para atender.
La consultora D"Alessio IROL analizó cuál fue la reacción de los argentinos luego de enterarse que las prepagas incrementarían el valor de sus cuotas drásticamente.
"Un 70% de los usuarios de medicina prepaga está contemplando realizar cambios en su cobertura de salud actual debido a los aumentos. De ellos, un 26% está considerando abandonar su proveedor actual por otra cobertura privada y un 10% está evaluando la posibilidad de depender exclusivamente del sistema de salud pública", de acuerdo con el relevamiento.
El sondeo en cuestión se realizó durante enero pasado, de manera online, y contempla las respuestas de 1.240 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.