Síndrome Urémico Hemolítico: ¿cómo afecta en las personas?
Los bebés, niños y adultos mayores comprenden un grupo vulnerable susceptible de contraer Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) pudiendo afectar la función renal.
El síndrome urémico hemolítico es una enfermedad que afecta principalmente a los niños menores de 5 años. Escherichia Coli es el nombre científico de la bacteria que produce esta enfermedad, deteriora la función renal y, si no es tratada a tiempo, puede causar la muerte.
Los profesionales aconsejan a los padres o quienes estén al cuidado de los niños que, ante cuadros de irritabilidad, orina con poca frecuencia, vómitos, palidez y, en casos extremos, diarrea con sangre y convulsiones, concurran inmediatamente a un centro de salud por la peligrosidad del caso.
Esta bacteria puede ingresar al organismo a través de agua que no sea potable; por ello, la recomendación permanente es utilizar aquella que sea apta para el uso humano y también para cocinar, lavar platos y utensilios. Si el agua no es potable, se recomienda hervirla entre 2 y 3 minutos o agregarle 2 gotas de lavandina por cada litro de agua, media hora antes de usarla.
La Escherichia Coli también puede estar presente en alimentos contaminados como carnes de vaca sin cocción completa (especialmente la carne picada) o productos lácteos sin pasteurizar y verduras que se consumen crudas. La falta de higiene en las manos de quien manipula los alimentos es otra vía de contagio.
Desde la Dirección de Materno Infancia se brindan algunos cuidados que hay que tener para los niños y cómo actuar ante cualquier síntoma:
- Se deben mantener los alimentos bien tapados y refrigerados.
- Es importante alimentar a los bebés con leche materna durante los primeros 6 meses de vida y, a partir de esa edad, mantener la lactancia junto con la alimentación complementaria, idealmente hasta los 2 años o más.
- Los niños y niñas mayores de 2 años deben consumir leche en polvo fortificada con hierro o leche pasteurizada (la que se compra envasada).
- Esterilizar diariamente las mamaderas.
- Si el bebé usa chupete (luego de instalada la lactancia), que no esté roto ni tenga partes flojas. Lavarlos con agua y jabón, y que el adulto no lo "limpie" con su boca.
- El agua de las piscinas y de los piletines de lona o plástico debe ser renovada con frecuencia y el agua debe ser clorada.
Si los niños presentan los siguientes síntomas, es necesario acudir inmediatamente al centro de salud más cercano:
- Diarrea con sangre
- Poca orina
- Vómitos
- Palidez