Organizaron una fiesta por su boda y los estafaron: lograron celebrar su amor con ayuda de sus amigos
Andrea Pérez Romero y Juan Rojas viveron una noche caótica cuando, tras dar el sí en el altar, llegaron al lugar de la fiesta y se encontraron con el salón vacío. El estafador era un conocido de la novia.
Un matrimonio sanjuanino vivió una verdadera locura durante la noche de su boda, al ser estafados por un individuo que fingió ser amigo de la novia. Este sujeto estaba encargado de organizar la decoración y la comida para la celebración, pero desapareció con una suma importante de dinero y sin respetar lo pactado.
Andrea Pérez Romero y Juan Rojas fueron novios en su juventud, pero la vida los separó durante 21 años, hasta que se reencontraron y decidieron casarse. El estafador era un antiguo compañero de la escuela primaria, con quien se habían reunido después de 30 años. Aprovechando la confianza, se ofreció a organizar la boda, prometiendo ayuda económica y servicios que nunca cumplió.
A pesar de haber transferido inicialmente $110.000 y haber recaudado $300.000 adicionales a través de opciones que pagaron los propios invitados. A ese monto se suman $210.000 que estaban destinados a la compra de bebidas. "El día de la fiesta fue a mi casa a buscar las llaves del salón para ornamentar y no fue así", expuso Andrea.
La decepción fue enorme cuando, luego de la ceremonia religiosa, los recién casados llegaron y se encontraron con el lugar totalmente vacío. Sin embargo, con la colaboración de los invitados, la boda se llevó a cabo y la historia tuvo un final feliz.
"Nuestros amigos, que tienen un gran corazón, se desesperaron con la situación y salieron a conseguir empanadas y bebidas. El DJ Gastón Moya reprodujo música y, en un salón vacío, comenzamos a festejar", contó la flamante esposa. El dueño del lugar, Sergio Balmaceda y los fotógrafos, Leandro López y Alejandro Barrios también prestaron colaboración y, entre todos, hicieron que la fiesta fuera posible.
Pasado el momento, la pareja intentó presentar una denuncia en la policía, pero la falta de pruebas escritas impidió que pudieran proceder legalmente contra el estafador. Sin embargo, al exponerlo en redes sociales, el sujeto apareció y exigió la eliminación de las publicaciones como condición para devolver parte del dinero robado.
Ahora, Andrea y Juan sólo desean devolverle a sus amigos el dinero de las opciones que abonaron como forma de agradecerles todo lo que hicieron por ellos.