Un adolescente de 13 años es el primer paciente en el mundo en curarse de un tumor cerebral terminal
El chico tenía uno de los tipos de cáncer de cerebro pediátrico más mortales pero, contra todos los pronósticos, se curó de ese tumor.
Un chico de tan solo 13 años que se curó completamente de un glioma pontino intrínseco difuso (GIPD). Este es una forma de tumor cerebral que durante mucho tiempo se consideró incurable, hasta ahora. Este increíble avance de la medicina representa un rayo de esperanza para los los pacientes afectados por este tipo agresivo de cáncer. Pero además, marca un avance significativo en el campo de la oncología.
El glioma pontino intrínseco difuso (DIPG) es una forma rara y mortal de cáncer cerebral y según los expertos, afecta principalmente a los niños. Es que su naturaleza agresiva y la ubicación del tumor dentro del tronco del encéfalo hicieron imposible su extirpación quirúrgica.
La única forma para combatirlo hasta ahora era la radioterapia y solo lograba frenar su progresión en el paciente. El tiempo de supervivencia promedio es de tan solo nueve a diez meses después del diagnóstico.
Obviamente que los expertos se sumergieron en la búsqueda de tratamientos efectivos contra este pronostico tan letal. Y quien se convirtió en el punto de inflexión en este tema fue "Lucas", un niño belga de seis años.
A este pequeño paciente le habían diagnosticado con DIPG y se produjo cuando se inscribió en el estudio de Medicina Biológica para la Erradicación del DIPG (BIOMEDE) en Francia. Justamente, este innovador estudio se centró en comparar la eficacia de tres medicamentos contra el cáncer (erlotinib, everolimus y dasatinib) y adaptar el tratamiento en función del perfil molecular del tumor de cada paciente.
Así fue que Lucas fue tratado con everolimus, y, sorprendentemente, el tumor cerebral desapareció por completo, dejándolo libre de cáncer a la edad de 13 años. "Lucas hizo pedazos todos los medidores de vida", explica encantado su médico, Jacques Grill, piloto del programa sobre tumores cerebrales del departamento de oncología pediátrica del centro Gustave-Roussy, en el sur de París.