Un represor reivindicó el robo de bebés durante la dictadura: tienen "la sangre maldita"
Alberto Daniel Rey Pardellas, estuvo en el Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca y es acusado por delitos de lesa humanidad.
Un represor acusado por delitos de lesa humanidad afirmó durante un juicio el "sentido humanitario" del robo de bebés durante la dictadura y denunció que algunos de los nietos recuperados tienen "la sangre maldita".
Se trata de Alberto Daniel Rey Pardellas, quien fue parte del Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. Está acusado por 90 casos de secuestros y tormentos, un homicidio y tres casos de lesiones gravísimas, en el marco de una asociación ilícita.
Rey Pardellas, quien se encuentra en prisión domiciliaria, describió el delito de la apropiación de hijos de desaparecidos como un acto "humanitario" de los apropiadores.
"Es un estribillo común de la prédica izquierdista de posguerra decir que aquí no hubo guerra sino genocidio y que la apropiación de hijos de terroristas fue una práctica aberrante", describió el represor ante el tribunal oral que lo juzga junto a otros imputados según informó la periodista Luciana Bertoia.
"Es preciso contestar con toda claridad que cada uno de los llamados ‘nietos recuperados’ demuestra dos cosas. Primero: el sentido humanitario de quienes provocaron (sic) como propios a los hijos de terroristas –que, dicho de paso, eran pavorosos padres–, suponiendo además que de esa forma se evitaría que crecieran odiando como odiaban sus padres", sostuvo el militar.
El imputado hizo el gesto de las comillas, para relativizar la idea de apropiación de los niños. "Se ha comprobado, -no todos-, que muchos de estos, al igual que sus padres, tienen la sangre maldita", dijo.
Rey Pardellas mencionó a los nietos recuperados y ex funcionarios Juan Cabandié, sobre quien recordó una discusión callejera con una policía por un episodio de tránsito, y Eduardo "Wado" De Pedro, hoy diputado nacional, a quien llamó "mentiroso".
Los jueces del Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca Sebastián Foglia, Marcos Aguerrido y Ernesto Sebastián, lo interrumpieron y lo llamaron al orden.