Test de Rorschach: ¿qué es y para qué sirve?
En psicología existen muchas técnicas para evaluar la personalidad de las personas. El test de Rorschach es una de ellas. Conocé más sobre este método en esta nota.
El test de Rorschach es una técnica que tiene como objetivo investigar y conocer desde las ideas más evidentes hasta los miedos más profundos de la mente de una persona.
La dinámica del test de Rorschach consiste en mostrarle a una persona las diez tarjetas, en el orden del 1 al 10, para que describa qué ve en cada una de ellas con la mayor cantidad de detalles posibles, respondiendo a la pregunta ¿qué ves en esta lámina? Luego, se analizan esas interpretaciones. A partir de ahí, cada persona obtiene diferentes resultados que establecen que tan equilibrada o no está una persona, emocionalmente hablando. Este método psicoanalítico se sigue utilizando tanto en ámbitos personales como laborales.
¿Cómo surgió la idea?
Hermann Rorschach fue su creador. Lo desarrolló a raíz de su interés por ver la reacción de sus pacientes delante de sus láminas pintadas. Se basa en técnicas proyectivas y se caracteriza por su vaga estructuración: se le dan a los sujetos pautas mínimas para que haya la mayor libertad para interpretar las tarjetas. Eso genera que haya una cantidad de respuestas casi infinita.
De esta manera, esta prueba se transforma en un espejo en donde la persona refleja sus procesos de pensamiento y sus conflictos.
¿Qué detecta el Test de Rorschach?
Analiza la personalidad e intenta echar luz en aspectos ocultos y encubiertos latentes o inconscientes, que constituyen la identidad de la persona que realiza el test. Además, pueden identificarse traumas de la infancia y factores como:
- La emocionalidad.
- El estilo cognitivo.
- La creatividad.
- El control de los impulsos.
- Patrones defensivos.
De cada lámina se realiza una codificación en función de múltiples variables. Se tiene en cuenta si la persona ha visto:
- Movimiento.
- Color.
- Textura.
- Forma.
- Sombreados.
Cada variable se analiza teniendo en cuenta ciertos parámetros preestablecidos y se llega a una interpretación cuantificable. Así, todas las respuestas se integran entre sí. No hay respuestas correctas o incorrectas, sino más o menos aproximadas a lo convencional.
Funciona muy bien para hacer diagnósticos clínicos y descripción de la personalidad. También sirve para detectar cuando la persona está deprimida, cuán deprimida se encuentra o si es psicópata.