Encontraron 134 kilos de cocaína en el interior de una ambulancia que simuló una emergencia
Ocurrió en Santiago del Estero. El vehículo se dirigía desde Salta hacia la Ciudad de Buenos Aires por el supuesto traslado de una mujer en grave estado de salud.
A pocas horas del hallazgo en Posadas (Misiones) de 16 kilos de cocaína embalada con cinta amarilla y con la marca del delfín ocultos en una camioneta que intentaba ingresar desde Paraguay al país, vuelven a aparecer ladrillos con las mismas características en otro punto de Argentina. Esta vez, fueron 134 kilos que eran trasladados en una ambulancia y que fueron descubiertos en un control por agentes de Gendarmería en Santiago del Estero, indicaron fuentes del caso a Infobae.
El cargamento fue hallado por efectivos de la Sección "Monte Quemado", dependiente del Escuadrón 59 "Santiago del Estero", que detuvieron la marcha de una ambulancia perteneciente a una empresa privada que circulaba por la Ruta Nacional N° 16, proveniente de Orán (Salta) con destino final la Ciudad de Buenos Aires. En el vehículo viajaban dos trabajadores y una mujer que aparentaba estar enferma.
Los uniformados notaron incongruencias en el relato de los tres ocupantes, quienes aseguraron que estaban por realizar un viaje extenso con un paciente de alta complejidad. En ese momento detectaron que la vía del suero no estaba inyectada a la mujer. Ante ese hecho llamativo y varias respuestas evasivas, se realizó una requisa más minuciosa.
Los funcionarios vieron tornillos removidos debajo de la camilla y el can antinarcóticos "Terra" marcó la posible presencia de droga. Con destornilladores en mano hallaron un doble fondo que contenía los paquetes rectangulares. Dentro de los bolsos de los ocupantes y en el interior de un mueble había más panes amarillos. Se contabilizaron, en total, 129 paquetes, la mayoría, amarillos.
Los gendarmes de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales "Orán" de Gendarmería encontraron dentro del carro había 12 cajas con 25 paquetes embalados con una cinta de color amarilla. Al abrir los paquetes, los gendarmes vieron que llevaban la marca de un delfín.