Bono para jubilados: quiénes se quedan sin cobrar los $70.000 en octubre| Ir a la nota...
Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.delsurdiario.com/a/3543

El necesario aporte solidario y las excusas individualistas de los que más tienen

Un informe publicado en abril del 2021 por la CEPAL indicó que la pobreza en América Latina se incrementó a los niveles más altos en los últimos 12 años, desde que comenzó la pandemia por COVID19. Prácticamente alcanzó al 33,7% de la población de la región y sumió a la pobreza extrema a más de 78 millones de personas, a pasar de las acciones políticas que los gobiernos mediaron para paliar las consecuencias adversas devenidas de la parálisis económica que trajo consecuentemente los confinamientos.

Así el impacto súbito y generalizado de la pandemia y las medidas de suspensión de las actividades que se adoptaron para contenerla, han ocasionado una drástica contracción de la economía no sólo a nivel regional, sino también global y que según estudios del Banco Mundial podrían determinarse como la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Irónicamente otro informe de organismos financieros internacionales coinciden que la pandemia disparó las fortunas de los más ricos del planeta; que acumularon más de 1,77 billones de dólares, un 24% más que el año 2019. ¿Quien son? Multinacionales de rubros principalmente de las telecomunicaciones, de tecnología y de las industrias alimenticias y medicinales; por supuesto que operan en nuestra región y claramente en nuestro país.

Ante esta asimetría, posturas política partidarias de distintos países del mundo e inclusive el Secretario Gral. de la ONU Antonio Guterres expresaron la necesidad de aplicar un impuesto "solidaridad o a la riqueza" para reducir las desigualdades extremas.
Postura que el gobierno argentino trabajó con los legisladores nacionales, aprobándose en diciembre pasado la Ley nacional N° 27.605 que establece la creación del impuesto solidario y extraordinario a las grandes fortunas. Así la normativa ordena un pago único de entre un 2 y un 3,5 % del patrimonio de personas físicas que posean una riqueza declarada de más de 200 millones de pesos; entre otras particularidades que reúne la norma.

Lo curioso es la reacción de más de 90 empresarios "argentinos" que interpusieron un recurso de amparo para evitar el pago de ese tributo.Y no puedo dejar de pensar que tremenda paradoja existe cuando vemos a asociaciones solidarias comunitarias, que vacían sus bolsillos, piden donaciones, etc. para poder llevarles un plato de comida caliente a quienes hoy duramente se enfrentan con el hambre y la pobreza.
Claramente vivimos en un mundo desigual, y no sólo en lo económico; sino más bien en lo valorativo. Quienes más tienen ponen excusas en el peor periodo histórico que atravesamos como humanidad contemporánea, quienes más tienen utilizan la vía judicial para engrandecer su egoísmo y soberbia.

Finalmente cabe destacar que, en este caso hay un Estado presente con normativas y acciones concretas que tienden a trazar un camino para salir de la aguda crisis que atravesamos, del otro lado de la Sociedad Civil quedan en evidencia como hay sectores que en forma coherente desde sus acciones, herramientas y medios están contribuyendo con mucho sacrificio e integridad de pueblo; y como hay otros sectores politizados que se llenan la boca de principios republicanos pero que en realidad sólo buscan extraer lo máximo de nuestra tierra en función a su sólo interés individual.

Últimas noticias

Ver más noticias