Caso Lucía Rubiño: Juan Pablo Echegaray declaró ante el fiscal

Juan Pablo Echegaray, el joven mayor de edad imputado por homicidio culposo en el caso de Lucía Rubiño, se presentó voluntariamente este lunes en los Tribunales, acompañado por su abogada Sandra Leveque, para ofrecer su versión de los hechos al fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales, Iván Grassi.

Echegaray, actualmente estudia en Mendoza, declaró durante más de una hora y media, describiendo detalladamente los eventos desde que salió de su casa hasta el trágico accidente en el que falleció Lucía.

Según fuentes judiciales, Echegaray explicó que salió de su casa poco después de la medianoche del 15 de octubre. A la 1:31, un amigo recibió un mensaje indicando que ya podían dirigirse a la fiesta en el B° Profesional. Antes de llegar, se detuvieron en un kiosco, donde se encontraron con al menos siete autos, incluido el conducido por el menor N.M., también involucrado en el caso. Echegaray se enteró de que estos autos habían estado en el barrio desde más temprano.

Poco después, todos regresaron al loteo, pero Echegaray tomó la calle Ignacio de la Roza y llegó más tarde que los demás, quienes habían tomado calles internas. Al llegar, notó mucho polvo en las calles y vio a una señora grabando con su celular. Aunque no entendía lo que sucedía, observó a muchos menores (entre 60 y 80) y abundante alcohol.

Echegaray declaró que vio autos acelerando, dando vueltas y frenando bruscamente. Cerca de las 3:30, cuando se disponía a irse, vio a unos chicos incitando a los autos a hacer maniobras y muchos jóvenes en la calle. En ese momento, vio el Renault Sandero del menor N.M. detenido en medio de la calle. Primero lo vio parado, conversando con otros adolescentes, y luego arrancó rápidamente. Echegaray frenó de inmediato, pero N.M. realizó una maniobra que resultó en el atropello de Lucía Rubiño.

Echegaray afirmó ante el fiscal que se quedó en el lugar, estacionó a un costado y se dirigió al auto Sandero, donde vio a N.M. golpeando el volante e insultándose a sí mismo. Admitió que, aunque inicialmente no sabían qué hacer y no se ponían de acuerdo en llamar a la Policía, finalmente lo hicieron. Echegaray declaró que permaneció allí al menos 30 minutos antes de irse.

Durante su declaración, Echegaray respondió a todas las preguntas del fiscal, según indicó su abogada. Tras esto, el joven regresó a Mendoza para continuar con sus estudios. La abogada enfatizó que su cliente tiene el derecho de presentarse voluntariamente y dar su declaración sin necesidad de hacerlo en una audiencia ante un juez.