Cardiólogos convocan a una medida de fuerza y no colocarán stents por dos días
La medida se aplicaría entre el 13 y 14 de agosto. Durante estos días no se colocarán stents ni se realizarán angioplastias en todo el país, salvo en casos de emergencia.
Los cardiólogos intervencionistas del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) anunciaron una medida de fuerza para el 13 y 14 de agosto. Durante estos días no se colocarán stents ni se realizarán angioplastias en todo el país, salvo en casos de emergencia.
El doctor Alfredo Bravo, vicepresidente del CACI, explicó que esta medida afectará solo a las prácticas programadas, asegurando que las urgencias seguirán siendo atendidas. Por su parte, el doctor Juan José Fernández, también vicepresidente del CACI, advirtió sobre la gravedad de la situación y la falta de cardiólogos intervencionistas capacitados para colocar stents.
El comunicado del CACI señala que la decisión se tomó debido a la crítica situación económica que enfrenta el sector, caracterizada por honorarios bajos y falta de insumos. Esta situación ha llevado a los médicos a planificar la medida para llamar la atención sobre la crisis que atraviesan.
Fernández agregó que se han enviado cartas a distintos sectores del Gobierno y a las obras sociales, buscando diálogo para evitar llegar a una medida tan drástica. No obstante, la situación sigue siendo la misma que hace un mes y medio, con un panorama desalentador para la especialidad.
Bravo resaltó la importancia de esta medida como un llamado de atención para que tanto la opinión pública como los financiadores de la salud tomen conciencia de la crisis. Advirtió que, de no solucionarse el conflicto, en el futuro no habrá médicos capacitados para realizar estas prácticas, afectando gravemente la atención de los pacientes en Argentina.
El CACI declaró el estado de emergencia en la especialidad en mayo, debido a la combinación de honorarios profesionales deteriorados por la inflación y el aumento de los costos de los insumos. Esta situación genera demoras en los tratamientos, poniendo en riesgo la vida de los pacientes.
Los cardiólogos intervencionistas destacaron que, de persistir esta realidad, aumentarán las muertes por enfermedades cardíacas en el país.