El campo en alerta ante la llegada de La Niña
La corriente que trae sequía a la salida del invierno recuerda a los productores las pérdidas en unos 15 mil millones de dólares en la actividad agropecuaria durante 2022-2023.

El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático detalló las perspectivas climáticas para el resto del año y las consecuencias que puede deparar el fenómeno "La Niña" a la producción agropecuaria.
La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Bioeconomía, advirtió en ese sentido que importantes indicadores oceánicos y atmosféricos ratifican la presencia de este evento.
La "Niña", el fenómeno que forma parte de un ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO) que es habitualmente asociado a períodos de sequías, podría volver a prevalecer a partir de mitad de 2024.
Y tener algún impacto en la cosecha gruesa en el oeste de Córdoba, La Pampa, el noroeste y sudoeste de Buenos Aires.
A partir del enfriamiento en las aguas superficiales del Pacífico, suele estar asociada a períodos de sequía, como la que en la Argentina provocó pérdidas en la actividad agropecuaria durante 2022-2023 en unos 15 mil millones de dólares.
En esta oportunidad no se esperan consecuencias tan graves. El Niño continuará presente durante lo que resta del verano e inicio del otoño, con una transición hacia la fase neutral del ENSO a partir del trimestre abril-junio.
Posteriormente, la mayoría de los modelos coinciden en indicar la continuación del enfriamiento del océano Pacífico central.
De esta manera, hacia julio-septiembre 2024 la mayor probabilidad (más del 60%) se asigna a la fase La Niña, sostuvo el informe.
No obstante, no está establecido en qué medida podría influir el cambio de fenómeno en la cantidad de lluvias en la región.