Argentina se recuperó y goleó a Irak
Con goles de Almada, Gondou y Equi Fernández, el combinado nacional ganó 3-1 en la segunda fecha de París 2024 y se recuperó del polémico debut con Marruecos. Ahora se viene Ucrania.
No hubo mejor forma de dejar atrás el bochornoso debut con Marruecos –en el que le anularon el gol del empate tras casi dos horas- que con un partido así. Con un fútbol vistoso, y también con la garra característica, la Selección Argentina Sub 23 venció 3-1 a Irak en la segunda fecha del Grupo B y levantó cabeza en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El combinado de Javier Mascherano hizo méritos de sobra para irse al descanso en ventaja. Es que después de que Thiago Almada abriera el marcador sobre el primer cuarto de hora con un puntazo de derecha, hubo varias oportunidades que no tuvieron destino de red iraquí.
El N°10 contó con otra muy clara de zurda que se fue besando el poste izquierdo de Hussein Hassan. Y Julián Álvarez tampoco pudo aprovechar las suyas: un latigazo cruzado que se fue pidiendo permiso y un remate desde afuera del área que pasó muy cerca del travesaño.
Sobre el cierre de la etapa inicial, los de Medio Oriente, que hasta ese momento habían aguantado las embestidas e insinuado con pelotazos al corazón del área, se proyectaron por la banda izquierda y lograron igualar el trámite con esa fórmula: centro al punto penal, anticipo de Aymen Hussein a Nicolás Otamendi y resultado 1-1. Oportunismo y efectividad.
El complemento fue más de lo mismo. Con Argentina manejando los hilos del partido y buscando, con pases de un lado al otro, encontrar una grieta en la defensa de un Irak completamente replegado. Las chances más peligrosas, sin embargo, fueron de pelota parada: Almada siguió probando y el doblete se le negó.
Sin demasiadas ideas en el campo de juego, Mascherano buscó soluciones en el banco de suplentes. Y las encontró. Luciano Gondou y Kevin Zenón, recién ingresados, fueron los artífices del 2-1 nacional. El volante de Boca envió un centro preciso a la olla y el goleador de Argentinos anotó con un cabezazo de sobrepique, como en el último clásico ante Brasil (el gol que le dio el pasaje olímpico).
Ya cerca del cierre, la frutilla del postre la puso Ezequiel Fernández. Tras una buena pared, Giuliano Simeone se escapó por la banda derecha, envió un centro al medio para Almada. Cuando la jugada parecía nublarse, el exVélez metió un toque con la suela para Zenón y éste descargó atrás para Equi, que ajustó el pie zurdo y colgó la pelota de un ángulo para el 3-1 definitivo.