Corina Machado y González Urrutia pidieron a las fuerzas de seguridad que no repriman
La líder antichavista publicó un comunicado en medio de la tensión que atraviesa el país. En el mismo pide que militares y policiales no acaten las órdenes de represión contra el pueblo.
La líder antichavista María Corina Machado y el candidato presidencial de la mayor coalición opositora de Venezuela, Edmundo González Urrutia, pidieron este lunes a los militares y policías, a través de un comunicado, impedir lo que consideran un "golpe de Estado" dado por Nicolás Maduro, quien, aseguran, quiere hacer a los efectivos "cómplices" de esta operación.
El texto reitera la denuncia de fraude electoral que ha hecho la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) -que asegura haber ganado las presidenciales del domingo pasado, pese a que Nicolás Maduro fue anunciado como mandatario reelecto- y la "represión" sucesiva a las protestas en contra de la proclamación del líder chavista, cuestionada por buena parte de la comunidad internacional
"Venezuela y el mundo entero saben que en las elecciones del pasado 28 de Julio nuestra victoria fue abrumadora. Desde el más humilde ciudadano, testigo, miembro de mesa, oficial de la Fuerza Armada, policía, hasta los organismos internacionales y gobiernos, lo saben. Con las actas en la mano el planeta ha visto y reconocido el triunfo de las fuerzas democráticas", dice el primer párrafo del comunicado.
Y agrega: "Hemos hecho nuestra parte. Hemos realizado la más formidable movilización cívica para que la victoria electoral fuese incuestionable. Es un triunfo obtenido con enorme energía y firmeza, y lo hemos hecho en paz. Obtuvimos el 67% de los votos, mientras Nicolás Maduro logró el 30%. Esa es la expresión de la voluntad popular, Ganamos en todos los estados del país y en la casi totalidad de los municipios. De esta realidad son testigos todos los ciudadanos, incluidos los miembros del Plan República".
Sobre la actitud de Nicolás Maduro, la nota viralizada en redes sociales sentencia que "se niega a reconocer que fue derrotado por el país entero y, ante la legitima protesta, ha lanzado una brutal ofensiva contra dirigentes democráticos, testigos, miembros de mesa y hasta en contra del ciudadano común, con el propósito absurdo de querer ocultar la verdad y, al mismo tiempo, pretender arrinconar a los vencedores".