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Salud

Uruguay autorizó el uso de la "droga mágica" para adelgazar

El Ministerio de Salud Pública habilitó el registro de un medicamento que tiene alta demanda en el país y que solo se podía conseguir de contrabando desde Argentina y Brasil.

El Ozempic ha sido uno de los medicamentos más populares del año en algunos países. En Uruguay, el registro de la conocida como la "droga mágica para adelgazar" estaba inhabilitado, lo que provocaba que los uruguayos cruzaran las fronteras para conseguir el fármaco de manera ilegal. Ante la alta demanda, el Ministerio de Salud Pública (MSP) habilitó su consumo.

El MSP autorizó este viernes el registro y la venta de Ozempic, al considerar que el medicamento está respaldado por investigaciones científicas de vanguardia y que se ha demostrado que es una herramienta fuerte para mejorar la salud de los que enfrentan desafíos relacionados a la obesidad o tienen diabetes, informó el noticiero Subrayado de Canal 10. El laboratorio MegaLabs fue el que solicitó la autorización y comenzará a venderlo. Se trata de un inyectable de aplicación semanal.

Los uruguayos solían viajar a Chuy (una ciudad fronteriza entre Uruguay y Brasil) o a Buenos Aires para adquirir este producto. Los viajes a Argentina durante 2023 para las compras en farmacias fueron masivos, por la diferencia cambiaria que existía entre los países. Por tanto, el medicamento ingresaba al país de contrabando: sin respetar la cadena de frío y sin el aval de médicos que hicieran seguimiento de los pacientes.

Ozempic, compuesto por semaglutida, un agonista del receptor GLP-1, actúa de tres maneras en el organismo. Primero, reduce los niveles de glucosa en sangre al estimular la liberación de insulina y fomentar el aumento de las células beta pancreáticas, además de frenar la producción de glucagón. Segundo, ralentiza la digestión y disminuye el apetito, lo que puede llevar a una pérdida de peso del 15%, aunque este peso puede recuperarse al dejar el medicamento. Finalmente, previene la excesiva síntesis y liberación de azúcar en el hígado.

Mariana Elhordoy, endocrinóloga y especialista en sobrepeso y obesidad, cuestionó que se le llame una "droga mágica". "Tenemos que tener en claro que la obesidad es una enfermedad. Como todos los medicamentos, puede tener un mal uso. Lo primero que tenemos que asegurarnos es la seguridad del paciente y lo que nosotros le transmitimos", aclaró la experta, entrevistada este lunes en En Perspectiva a raíz de la resolución del MSP.

El consumo de Ozempic tuvo una "explosión" en los últimos años, que estuvo explicada por los "fantásticos resultados" que se obtienen clínicamente, señaló Elhordoy.

La especialista comentó que se están haciendo algunos estudios para saber si este medicamento también puede tratar algunos trastornos de la conducta alimentaria. "Es una droga muy prometedora, pero la tenemos que manejar con responsabilidad para que su buen uso pueda dar buenos resultados. De lo contrario puede ser riesgoso porque personas que no tienen indicación, la pueden utilizar, ya que la venta no es con receta controlada", expresó.

Elhordoy destacó que Ozempic demostró "mucho beneficio" en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, que suelen sufrir muchos pacientes con obesidad.

La endocrinóloga dijo que últimamente se mejoró el ingreso del medicamento de contrabando porque algunos seguros médicos respaldaban el traslado de la medicación. "Es una lucha que tenemos desde hace varios años, tratando de incorporar la medicación porque estamos en una era espectacular para el manejo de la obesidad. Hay muchos medicamentos en estudios", comentó.

Uruguay, por ser un "país chico", está en "desventaja" respecto a los tiempos de llegada de los medicamentos. Mientras sus vecinos tienen la "primicia" de estos fármacos, los uruguayos "la corren de atrás". La aprobación del MSP permite dar cierta "tranquilidad" para que los pacientes puedan acceder al medicamento con un "mayor respaldo del sistema de salud".

"Igualmente queda una batalla bastante grande todavía. Tiene que ver con la accesibilidad económica –porque no es un medicamento barato– y con la parte política, que es el reconocimiento de la obesidad como enfermedad", sostuvo la experta.

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