Maternidad subrogada: la Iglesia celebró como "ejemplar" el fallo de la Corte Suprema
Fue luego de que el máximo tribunal rechazara el pedido de un matrimonio gay para que la gestante no figure como madre. El Congreso aún no definió legislación específica.
El Equipo No a la Trata, que integra la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), hizo público su respaldo al fallo de la Corte Suprema de Nación, al que definió como "ejemplar", que rechazó la acción judicial que buscaba legitimar un contrato de maternidad subrogada realizado en Argentina.
Tres de los cuatro cortesanos (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti) fallaron que en nuestro país no se pueden realizar vínculos filiatorios como ocurre en los contratos de maternidad subrogada, mientras que Juan Carlos Maqueda votó por hacer lugar a la demanda.
La Corte con su fallo del 24 de octubre se definió tras casi 10 años de debate judicial en torno a la interpretación de las normas del Código Civil y Comercial sobre filiación y maternidad subrogada.
María José Binetti, del Equipo No a la Trata, expresó que recibieron "con gran satisfacción el fallo reciente de la Corte, el primero y fundamental en la materia, que impidió borrar a la madre y la relación materno-filial que es la condición esencial de la persona humana".
Además, Binetti aseguró que No a la Trata, un grupo de laicos y religiosos de distintos sectores del catolicismo que lleva más de diez años, impulsará "una regulación que prohíba esta nueva forma de trata de mujeres que son usadas como una especie de incubadora de descarte. Por eso no cabe legalizarla. La única regulación posible es su tipificación como delito de trata. Esta práctica en si misma es trata y tráfico de personas que es usar una mujer para producir hijos que serán entregados y cosificados".
La investigadora del CONICET en Filosofía sostuvo que "los niños no son objetos de producción, para fabricar con genes, para luego depositar a forma de comodato en un útero y me sea devuelto como niño. Los niños no son una cosa, no son un objeto, por eso no pueden ser traficados, ni vendidos como objetos para satisfacer deseos personales".
En la causa caratulada "S., I. N. c/ A., C. L. s/ impugnación de filiación" los actores –un matrimonio de dos varones subrogantes de un niño– exigían desconocer la maternidad de quien gestó y dio a luz a su hijo y registrarse ellos solos como padres.
A su vez la Iglesia resalta que el más alto tribunal del país instó además a los miembros del Congreso Nacional a "subsanar la falta de regulación específica teniendo en cuenta la totalidad de los derechos que se encuentran comprometidos alrededor de la técnica" y advirtiendo "sobre la necesidad de limitar toda potencial reglamentación a la no afectación de los más vulnerables, es decir, de las mujeres pobres y los niños tramitados como objeto de deseos".
La posición del papa Francisco es la prohibición de la llamada "maternidad subrogada" por "ser una forma de deshumanización y mercantilización de la vida".