La ARCA modificó el Impuesto a las Ganancias y así afectará a tu bolsillo en noviembre
Conocé cómo estas modificaciones impactarán en tu economía y qué medidas podés tomar para aprovechar los beneficios.
Con la creación de la nueva entidad Administración de Regímenes y Contribuciones Administrativas (ARCA), la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dio paso a una serie de modificaciones en el sistema de Impuesto a las Ganancias que entrarán en vigencia en noviembre de 2024. Estos cambios, que incluyen ajustes en los mínimos no imponibles y las deducciones, traerán importantes efectos para trabajadores, jubilados y empresas. Si bien algunos se verán beneficiados por los nuevos umbrales, otros deberán prestar atención a las nuevas fechas de pago y los anticipos establecidos para este año.
Es importante conocer los detalles para saber como pueden afectarte estas modificaciones a partir de noviembre. Descubrí los ajustes más relevantes y lo que tenés que saber para optimizar tu situación fiscal, evitando sorpresas en el bolsillo a fin de año.
Con la modificación de los valores del Impuesto a las Ganancias, se establecieron nuevos umbrales de ingresos que beneficiarán a aquellos trabajadores y jubilados que no superen los nuevos valores. El mínimo no imponible se ajustó, y ahora los asalariados no tributarán si sus ingresos brutos no superan los $1.800.000. Además, quienes cuenten con cargas familiares podrán acceder a un aumento en este umbral, alcanzando hasta los $2.094.799 brutos. Este cambio tiene como objetivo aliviar el impacto fiscal de los trabajadores de menores ingresos, pero también implica una serie de ajustes en las deducciones que podrían modificar el cálculo final del impuesto.
Uno de los cambios más relevantes implementados por ARCA es el ajuste en las fechas de vencimiento de los anticipos de Impuesto a las Ganancias. En lugar de realizarse a finales de año, el primer anticipo para el período fiscal 2024 deberá abonarse antes del 25 de noviembre. A partir de allí, se distribuyen en nuevos plazos, según el último número del CUIT del contribuyente, lo que implica una reorganización de los pagos para evitar cuellos de botella en la recaudación.