Las 13 recetas caseras para aliviar el síndrome de las piernas inquietas
Reducir el estrés y apagar el celular son dos de las acciones que ayudan a bajar la "sensación de electricidad" en las piernas al momento de dormir.
El síndrome de las piernas inquietas (enfermedad de Willis-Ekboms) es la causa por la que muchas personas viven con un cansancio permanente porque directamente no pueden dormir de noche, ya que al momento de acostarse aparece una extraña sensación de electricidad en las piernas que impiden el "clic" para encender el sueño.
Quienes lo padecen suelen pasar horas y horas de insomnio y muchas veces, durante la madrugada, se levantan para caminar un poco e inclusive hacer ejercicios de estiramiento de piernas, para de ese modo bajar esa sensación de electricidad, o de cosquilleo, tirones u hormigueo. Quien padece síndrome de las piernas inquietas finalmente logra dormir durante momentos breves pero jamás un sueño continuo de 7 u 8 horas, por lo que siempre está cansado.
Las 13 soluciones caseras para aliviar el síndrome de las piernas inquietas
- Aumentar los niveles de hierro. La dopamina (neurotransmisor que transporta señales entre las células nerviosas) regula la suavidad del movimiento. El cuerpo necesita hierro para producir dopamina. Se estima que el 25 % de las personas con el síndrome de las piernas inquietas tienen niveles bajos de hierro en la sangre.
- Suplemento con vitamina E. Puede resultar útil, pero los efectos aparecen tras 6 a 10 semanas de tratamiento.
- Cenar más temprano. Comer mucho a altas horas de la noche puede hacer que las piernas se pongan nerviosas.
- Aumentar el consumo de proteínas. Con una dieta rica en proteínas y sin azúcar se puede disminuir los episodios de síndrome de las piernas inquietas y calambres nocturnos.
- Eliminar la cafeína. Porque así lo han demostrado algunos estudios. Bajar el consumo de café, té y bebidas energéticas, entre otros.
- Tomar agua tónica antes de acostarse. Porque contiene quinina, que detiene las contracciones musculares repetidas (para mejorar el gusto se puede mezclar con jugo de limón o de pomelo).
- Suplemento con ácido fólico. Sobre todo en los casos en que se presenta a lo largo del día y no tanto en la noche. Se aconseja 800 microgramos de ácido fólico tres veces al día.
- Probar con L-teanina. Es un aminoácido presente en las hojas de té. Se puede consumir tomando té verde o té blanco.
- Evitar ciertos medicamentos. Por ejemplo remedios contra las náuseas, antihistamínicos (para la tos y el resfrío) y somníferos, ya que estos últimos pueden ofrecer sólo beneficios a corto plazo y generar una dependencia con esos remedios (siempre consultar un médico).
- Bajar el estrés. Una forma de hacerlo es estar organizado durante el día y "bajar el ritmo" a medida que llega la noche, con una respiración más profunda.
- Caminar antes de acostarse. Porque esa acción cambia el equilibrio químico del cerebro, ya que se liberan endorfinas (proteínas pequeñas que elabora el cuerpo y que pueden aliviar el dolor, dar una sensación de bienestar y ayudar a favorecer un sueño más reparador).
- Cambiar las posiciones para dormir. Algunas personas lo padecen más cuando duermen en una determinada posición, por lo que se aconseja experimentar distintas posiciones para dormir.
- Apagar el celular. Investigadores de la Universidad Estatal de Wayne (EEUU) descubrieron que la radiación de bajo nivel de los teléfonos móviles puede alterar la producción de melatonina ( la hormona que induce el sueño). Para empeorar las cosas, el teléfono celular puede activar otras áreas del cerebro. Hacer una llamada con el teléfono celular un rato antes de acostarse puede interferir en el sueño profundo.