Navegando las Olas del Desarrollo, día 22: Viaje al Río
Cada parte del río es un paso hacia el propósito. Algunos segmentos son suaves, otros demandan más esfuerzo, pero todos son valiosos.
Mis planes comienzan a transformarse en realidad, unos pasos más y mojaré mis pies en el río. El aire refrescante y relajante se mezcla con los primeros rayos de sol, la mañana acaricia mi rostro, los hilos de sol se reflejan en el agua, creando destellos que parecen invitarme a sumergirme en esta experiencia. Aroma de la vegetación se mezcla con el olor a humedad del río. Los alrededores algo golpeados por las lluvias pasadas, comienzan a reverdecer, mostrando pequeñas flores silvestres que emergen como brotes de esperanza.
Voy mojando mis pies de a poco, sintiendo el frio del agua, algunas piedras pequeñas marcan mi piel, una sensación esperada y soñada. Recuerdo la travesía que diseñé en mi pensamiento y en mi libreta.
Con mi mochila lista, me dispongo a remar. Planeé este momento con mucho cuidado. Al empujar la canoa al agua, siento cómo la corriente comienza a guiarme suavemente. Este trayecto tiene partes conocidas y algo de desconocido, como la vida misma. Los primeros sonidos de saltos del agua y golpeteo, me tienen alerta.
En el camino, encuentro un tronco flotando, algunas ramas, hojas secas, las aguas reflejan el cielo, mezclando azules y grises con verdes y marrones de las orillas, un paisaje vivo y cambiante.
Algunas personas eligieron este mismo camino, me saludan al pasar y me siento acompañado.
Cada remada es única. Siento la resistencia del agua, un recordatorio de los desafíos que impulsan el avance. Al poco andar hay un momento de quietud y pausa, la marcha se hace lenta, me permito contemplar. Observo cómo el agua acaricia las rocas y los peces nadan sin prisa. Me conecto conmigo mismo, con mi intención y con el propósito de este viaje.
¿Me estás acompañando? ¿Estás en el río?
Pronto encuentro un salto inesperado, me agarro con firmeza, respiro hondo y paso. Se intercalan zonas con peligro y otras no tanto. La adrenalina aumenta, el miedo aparece, me advierte, me mantiene en vigilancia. Me tomo un minuto para pensar, estoy protegido, con el equipo necesario, si caigo al agua, hay una soga que me mantiene amarrado, un salvavidas que me permite estar a flote y un pensamiento positivo que me impulsa a la superación. Recuerdo el mar y la montaña, en cada uno encontré dificultades, aciertos, aprendizajes y alegrías.
Este viaje es más que un recorrido físico; es también una exploración interna. Siento cómo el esfuerzo en cada tramo se transforma en satisfacción. Las pequeñas metas se hacen presentes, pasar una curva, esquivar un obstáculo, pasar entre las piedras, acercarme a la orilla de un pequeño cerro, pienso en el objetivo final: llegar al remanso donde podré detenerme y disfrutar del paisaje en su totalidad.
Mientras avanzo, pienso en cómo las metas claras y definidas guían nuestras vidas. Cada parte del río es un paso hacia el propósito. Algunos segmentos son suaves, otros demandan más esfuerzo, pero todos son valiosos.
Al llegar a mi destino, encuentro un remanso tranquilo rodeado de árboles y cantos de aves, el viaje fue un verdadero regalo, desde el inicio al fin.
Desde aquí, todo se ve diferente. La perspectiva cambia al mirar desde la calma. Los desafíos superados se convierten en enseñanzas y los momentos de esfuerzo cobran sentido.
La gente que llegó primero me felicita y me hace sentir muy bien.
¿Te animas a intentarlo? Tu recorrido puede ser diferente.
Cada instante es una nueva oportunidad de navegar en las aguas de tu vida.
Viví tu viaje con intención y, si lo necesitás, buscá acompañamiento de un coach ontológico que pueda guiarte con preguntas y reflexiones para llegar a tu propio remanso.
Te dejo un directorio para encontrar un coach que te inspire:
https://www.aacop.org.ar/coachesinternacionales/buscador
Recordá que podés hacer sesiones presenciales o virtuales.
En este viaje, cada brazada cuenta, cada pausa es valiosa, y cada destino alcanzado es solo el inicio de un nuevo trayecto.
Alicia Macías.
Senior Coach Ontológico Profesional. Aacop nro. 7231
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