Robaron en un jardín de infantes en Caucete
En plena clase, un jardín de infantes en Caucete fue robado por delincuentes que no tuvieron piedad. Con un clima de inseguridad en aumento, todo el barrio está que arde.

Parecía un día tranquilito en el ENI 24 San Juan Pablo Segundo de Caucete, pero no fue así. A plena luz del día, y con los peques en clase como si nada, unos ladrones hicieron su "entradita triunfal" sin que nadie los detuviera.
La jugada fue bien orquestada: saltaban un paredón y forzaban una puerta trasera, todo en un abrir y cerrar de ojos. Ni bien pusieron un pie adentro, se fueron derechito a la dirección y se llevaron un botín de aquellos: una notebook, un parlante y, como si no fuera suficiente, un buen puñado de efectivo.
La incredulidad fue total entre el personal del jardín. La directora, Mariela Quiroga, apenas pudo hablar entre la angustia: "Estábamos con los nenes en el salón. Cuando salimos al patio, nos dimos cuenta de que habían entrado a robar", soltó, aún sin asimilar el vago estado de cosas.
Y ojo, que esto no es un caso aislado. Por toda la Argentina, hacemos eco de robos en jardines de infantes. En Santiago del Estero, unos choris se llevaron varios kilos de comida, mientras que en La Plata, los ladrones repetían la jugada en menos de tres días. ¿Qué onda?
Las estadísticas son nada alentadoras: en Córdoba, un jardín ha acumulado la escalofriante cifra de 29 robos desde que abrió sus puertas. Y lo peor de todo, estos episodios generan un envión de inseguridad entre los chicos y los educadores. ¡Esto no puede seguir así!
En resumen, nos sobran motivos para exigir seguridad en nuestros jardines. Porque el futuro del país depende de proteger a los más pequeños y su educación. Es hora de que nos unamos y gritemos: ¡basta de robos, la educación de nuestros chicos es sagrada!