El ritual que te arranca las malas vibras y atrae la buena onda
Desde antaño, lavarse las manos con sal se ha popularizado como un encantador ritual de purificación. Este sencillo acto, que combina sal y agua, promete rejuvenecer nuestras energías y atraer la fortuna.
¿Escucharon lo último de los rituales? El viejo truco de lavarse las manos con sal resurge como la gran moda de la semana. Parece que hacer esta unción milenaria no solo limpia las manos, sino que se lleva bien puesta toda la mala onda que trajiste de la semana anterior.
Este ritual, que se arma en un dos por tres, tiene su mística. Muchos lo ven como una limpieza física, pero sobre todo espiritual y emocional. ¡Una purga completa para arrancar la semana con todo! Para los amantes del Feng Shui, la sal no es cualquier cosa: absorbe energías chusmas y pone la casa en armonía.
¿Cómo se hace? Muy simple, agarren un puñado de sal gruesa o marina y mézclenla con agua. Después, a lavarse las manos como si se trataran de un chef antes de una gran función. El truco está en frotar bien y mientras lo hacen, hay que pensar positivamente, dejar ir lo malo y dar la bienvenida a lo bueno.
Y para darle un toque místico a la cosa, no se olviden de repetir la frase mágica: "La sal es protectora y ella me ayudará a que la abundancia jamás falté en mi vida." Digamos que es la versión sanjuanina de los mantras, pero con un toque más salado.
No termina ahí la cosa. Algunos avivados sugieren arrancar cada mes con la misma receta, porque, ¿qué mejor que comenzar el mes sin esas malas energías colgando de uno, no? Según los amigotes de Los Andes, hay quienes ya lo adoptaron como una costumbre renovadora. Hay que aprovechar que la soltura de la sal también sirve para equilibrar el alma, al menos eso dicen los que creen en estas cosas.
