El gobierno busca frenar el paro de la CGT
En Casa Rosada detectan pocas chances de que la central suspenda la medida, pero intentarán apelar a los dialoguistas del triunvirato.

Mientras en la sede histórica de Azopardo, el consejo directivo de la Confederación General de Trabajo (CGT) debate la fecha en la que convocarán a un nuevo paro, en Casa Rosada se alistan para retomar contacto con los referentes dialoguistas que integran el triunvirato con la esperanza de intentar desactivar la medida.
El designado por el Ejecutivo para llevar adelante la gran hazaña es el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de perfil moderado y el funcionario con mejor relación con los gremios.
En esta oportunidad, deberá levantar el teléfono o abandonar la comodidad de su despacho en Casa Rosada para abrir un nuevo canal de diálogo con los interlocutores del sindicalismo con el objetivo de acercar posturas. Ante ese escenario, Héctor Daer (Sanidad) y Gerardo Martínez (UOCRA) aparecen en el listado como los más permeables a las conexiones con el Gobierno.
Al momento, los dirigentes aglutinados en la central se debaten la posibilidad de concretar la huelga el 8 de abril, o posponer el llamado para algunos días después, el 10 de ese mes con una movilización el día previo.
De antemano, en Balcarce 50 consideran que el desafío que deberá afrontar Francos es "una tarea difícil", e incluso ven poco probable la posibilidad doblegar la voluntad de la central.
"Vamos a intentar convencerlos esta semana que viene, pero no creemos que sea factible conseguir la postergación", sostuvo una importante fuente de Gobierno.
Pese a los esfuerzos para aceitar el canal de diálogo, en el entorno del presidente Javier Milei aseguran que la huelga responde a un "movimiento político" que adoptó la central de manera forzada a raíz de las protestas en favor de los jubilados que tuvieron lugar en el Congreso durante los últimos dos miércoles.