La suba de precios en marzo deja sin aliento y con la inflación al acecho

¿Te sentaste a comer y ya no salen los números? Bueno, amigo, este marzo se viene a poner picante. En la tercera semana, el precio de los alimentos subió un 2,4%, que viene a ser el megapanqueque de aumentos más alto en ocho meses. Al final del mes, el pasaporte a la inflación podría alcanzar el 3,2%, según los sabios de LCG. ¡Una locura!

Los culpables de nuestra miseria financiera son los consumidores más básicos como la carne, los lácteos y hasta las bebidas. Esto plantea serias dudas sobre si podrán controlar la inflación. ¡Estamos en la cuerda floja! Los alimentos se están volviendo un lujo que ni la abuela podría darse.

Mayores aumentos por rubro
Dejá que te cuente cómo le fue a cada rubro este mes. La subida se notó sobre todo en:
- Bebidas e infusiones: un +5% (el rey de los aumentos).
- Azúcar, miel, dulces y cacao: se vieron un 4,2%, me imagino al chocolatín pensando "¡por favor, na más!".
- Carnes: ¡Agárrate que viene una +3,5% y algunos cortes vacunos subieron más de un **% en febrero!.
- Lácteos y huevos: también se sienten con un +2,5%, ya que juntas las carnes acumulan el 70% del alza de estos precios estratosféricos en sólo cuatro semanas.

Si te pensabas zafar, otros productos como aceites subieron un 1,3%, y hasta los panificados un 0,7%. Pero no todo es problema: las verduras bajaron un 0,4%, ¡el chiquito consuelo de la huerta!.

Impacto en la meta inflacionaria
Todo este festín de aumentos no deja a nadie afuera, ni a los del gobierno que la están peligrando feo en controlar el asunto. Con este ritmo, la inflación general de marzo podría superar el 2,4% que alcanzó en febrero, nos estamos acercando a ese temido 3% que todos queremos evitar como si fuera la gripa.

Así que ya saben, amigos: si se pensaban que comprar un asado iba a salir lo mismo que hace un mes, ¡despídanse de la tranquilidad! Este enero va a hacer que febrero parezca un juego de niños. Cuídense de las carnicerías y no se olviden de llevar las monedas para el café, porque así como están las cosas, no sé cuántas opciones de picada nos van a quedar si esto sigue.