Empresaria detenida justo antes del alta médica por estafas
Denise Robles Bonade, acusada de múltiples fraudes inmobiliarios, fue arrestada horas antes de salir del hospital. Un escándalo que desata muchas denuncias y un vacío en las inversiones locales.

Denise Robles Bonade, la empresaria sanjuanina del escándalo, se las traía. El viernes, mientras armaba sus maletas para abandonar el Hospital Marcial Quiroga, la moza de los fraudes fue interceptada por la policía: llaves al coche y a la comisaría. La info no es de cuarta, es del portal TeléSoltario[10]. Desde su internación, cayeron casi 40 denuncias en su contra por estafas millonarias de la mano de su compañero, Rubén Martín González.
Detalles operativos del caso:
La cosa se complicó para la pareja, atrapados en un lío judicial orquestado por el fiscal Guillermo Heredia y su ayudante Gabriela Blanco[1][3]. A partir del lunes, la sala de audiencias será testigo del show... Digo, juicio.
Ahora bien, ¿qué hacía esta gente? Vendían propiedades que no existían y ofrecían inversiones que parecían un chiste, prometiendo hasta un 15% de ganancias mensuales[1][5]. Haciendo cuentas, no suena nada bien para los incautos. Como la familia Aubone, que cascoteó $37 millones en un departamento en Concepción que nunca fue más que un sueño, añadiendo un auto 0 km al combo que ni siquiera pudieron estrenar[1][3][6]. Y qué decir del proyecto en Barrio Olivares: 20 familias aportaron sin pestañear a un desarrollo que no vio la luz ni con cuatriciclo.[6][8].
Por si alguna duda quedaba, fuentes judiciales confirmaron lo increíble: Robles Bonade había ingresado por problemas de ánimo, pero el drama se transformó en el argumento de "la torta en el otro lado" justo cuando estaba lista para el alta[3][10]. Lo que pinta como una comedia de enredos ya se vuelve un culebrón judicial. ¿Quién dijo que en San Juan no hay drama? Un escenario así asegura espectáculo antes del veredicto. Queda a la espera de cuántos saldrán a dar el presente el lunes. Una situación que ni al más pálido del barrio Olivares se le ocurriría. No hay fin sin reaacasos.