¿Cuándo empieza el cónclave para elegir al nuevo Papa?
Entre rituales milenarios y silencios cargados de expectativa, se aproxima el momento decisivo. Pero aún falta una señal

El eco de las campanas de San Pedro resonó con una cadencia inusual en la Plaza San Pedro. No convocaron esta vez a la liturgia, sino a un silencio expectante, "tocaron a muerto" dice el protocolo. Desde ese momento, oficialmente en los pasillos marmóreos del Vaticano, donde el incienso se mezcla con el perfume inasible de la historia, los pasos de los cardenales resuenan con el peso de una decisión que transformará los años venideros: elegir al próximo sucesor de Pedro.
Mientras dos guardias suizos, firmes como estatuas vivas, custodian el ataúd de Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta, los emisarios del Espíritu Santo comienzan a llegar desde los rincones más recónditos del mundo. Llegan con túnicas y lenguas diversas, con teologías divergentes, con dudas, nostalgia y esperanza. Son 135 los cardenales con derecho a voto, todos menores de 80 años, procedentes de 71 países, un mosaico global que revela no solo la universalidad de la Iglesia, sino también su encrucijada.
Hay algo en el ambiente que recuerda a la víspera de una tormenta. No una tormenta meteorológica, sino espiritual, institucional, profética. Porque, a diferencia de la última transición, esta vez no habrá renuncia, ni pontífice vivo en Castel Gandolfo. Solo el cuerpo de un hombre que quiso ser llamado "el obispo de Roma", expuesto sin catafalco, sin báculo, en una caja de madera forrada en zinc. Solo su testamento, que pide ser enterrado "sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus".
Hasta el sábado 26 de abril, día del funeral, las multitudes se acercarán a San Pedro a despedir al papa de los últimos, al jesuita argentino que reformó, desconcertó y caminó por la cornisa. Ese día, a las 10.00 de la mañana, en presencia de jefes de Estado y líderes de distintas confesiones, tendrá lugar un funeral de Estado que será, al mismo tiempo, ceremonia religiosa y escena política global. Lo oficiará el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, frente a una plaza que se prevé colmada de fieles y cámaras, de rezos y diplomacia.