Alberto Fernández negó "arbitrariedades" en la adjudicación de la obra pública a Santa Cruz
El presidente Alberto Fernández negó la existencia de "arbitrariedades" en la distribución de obra pública nacional y sostuvo que le llama "mucho la atención" lo que se debate en el juicio oral por presuntas irregularidades en la provincia de Santa Cruz, al declarar como testigo y responder preguntas de la defensa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Fernández sostuvo que se trata de "decisiones políticas no judiciables" y reiteró que no hubo instrucciones de los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner para asignar fondos para obra pública de manera específica a Santa Cruz o para beneficiar a algún empresario en particular.
"Definitivamente no", respondió el mandatario y exjefe de Gabinete ante preguntas del abogado defensor de la actual Vicepresidenta al respecto, al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal Número 2 en los Tribunales Federales de Retiro.
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El mandatario recordó también que el expresidente Néstor Kirchner "siempre fue muy cuidadoso con las cuentas públicas" y remarcó que "tenía casi una obsesión con eso, que tuvo primero como gobernador y luego como Presidente".
La causa Vialidad
El juicio lo encabezan los magistrados Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso. Es uno de los típicos de la factoría de Comodoro Py y de los jueces y fiscales que encabezaron la persecución de opositores durante el macrismo. En este caso, los protagonistas de la investigación original fueron el juez Julián Ercolini y los fiscales Germán Pollicita e Ignacio Mahiques.
El planteo es que se le adjudicaron demasiadas obras a Santa Cruz y que, de los 81 tramos de rutas, 51 recayeron en empresas propiedad de Lázaro Báez. Algunas en su totalidad, otras como socio.
En un principio se dijo que las obras no se hicieron o que se hicieron mal. Estos últimos dos aspectos quedaron descartados tras una auditoría de Vialidad Nacional, cuando ya estaba en manos del macrismo, y se determinó que entre lo pagado y lo construido había sólo un 0,01 por ciento de diferencia, que las obras estaban bien hechas y que las demoras eran las habituales en todo el país.
Lo que queda ahora por definir es si Cristina Kirchner adjudicó más obras de las debidas a Santa Cruz y si las direccionó hacia Austral Construcciones o alguna de las empresas de Báez.