Bullying en San Juan: un nene fue víctima y la familia dice que el colegio ignoró los reclamos
Hace unos días, un nene de 12 años de Estados Unidos se quitó la vida tras sufrir bullying. La historia dramática de Drayke Hardman se volvió viral luego que sus padres difundieran su desconsuelo y dolor por el fallecimiento de su hijo. Frente a esta noticia, Luciana, la tía de un pequeño sanjuanino de 6 años se conmovió y utilizó las redes sociales para reflejar el bullying que sufrió su sobrino y la pasividad que, según dice, tuvieron algunos docentes del Colegio María Auxiliadora ante tal problemática.
Luciana contó que con el regreso a la presencialidad en el 2021, notaron que el nene regresaba a la casa con diferentes marcas en el cuerpo. Cuando le consultaron si ocurría algo, él no dudó en contarles lo que estaba viviendo.
"Nos dijo que un compañero lo golpeaba, le tiraba el pelo y lo insultaba. Pero la maestra y la directora nunca hicieron algo para frenar al agresor", explicó.
Lamentando cada hecho, la tía del niño dijo que en una oportunidad, el otro chico le rompió una botellita de agua y le mojó todo el cuaderno. "Volvió con todo empapado", indicó y agregó que su hermana le pidió varias veces a las autoridades del Colegio María Auxiliadora que intervinieran. Asegura que la ignoraron.
"La maestra le contó a mi hermana que una vez vio cómo le dio una piña mientras mi sobrino estaba sentado y en otra ocasión, escuchó que lo insultaba pero no hizo algo para detenerlo. Cuando por fin mi hermana pudo tener una reunión con la directora, la psicóloga y la maestra, la ‘seño’ desmintió todo", sentenció.
También sostuvo que la directora en ese encuentro se dedicó a gritarle y justificar las agresiones del menor. "Le dijeron que mi sobrino lo provocaba porque llevaba juguetes a la escuela", amplió sorprendida. Además, remarcó que nunca hubo un acercamiento con los padres del niño agresor. Y, con el pasar del tiempo, aparecían otros testimonios de bullying. "Una mamá se le acercó y le confesó que a su hijo le había roto los lentes".
Con el miedo de que esas lesiones lo dejaran en el hospital o que jugaran una mala pasada en la psiquis del pequeño, ya que está bajo tratamiento psicológico por su timidez y un leve tartamudeo, la madre hizo un último pedido de ayuda a los docentes. Lo que recibió de respuesta fue: "Vaya buscando otro colegio".
"La solución fue sacarlo de ese lugar y dialogar con él. Porque ahí también estaban sus amiguitos y se sentía mal por alejarse, pero no queríamos que terminara mal", cerró.
