Buscan voluntarios para ir a la cárcel y ya hay más de 800 inscriptos
Más de 800 suizos aprovecharon para inscribirse como voluntarios en una peculiar iniciativa de una cárcel de la ciudad de Zurich. Y es que el establecimiento lanzó una iniciativa para que algunas personas puedan estrenar las instalaciones del "Gefaegnis Zurich West", un nuevo complejo para reclusos ubicada al oeste de la principal estación de trenes de la ciudad, el cual se espera que albergue hasta 124 personas que estén bajo arresto provisional y tenga 117 lugares más para personas en prisión preventiva.
Lo cierto es que estas personas inscriptas estrenarán los distintos "servicios" de la cárcel. Incluso, en algunos aspectos hasta serán tratados como si fueran verdaderos reclusos, un hecho más que particular.
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Los voluntarios (que no podrán entrar con ningún dispositivo electrónico) no recibirán ninguna compensación económica, pero tampoco tendrán que pagar para participar en este ensayo general de la cárcel. Serán tratados como reclusos a la hora de, por ejemplo, probar alimentos, someterse a procedimientos de admisión, caminar por el patio, etc.
Además, todos los participantes requerirán autorización de seguridad y deberán someterse a controles que se asemejan a los controles del aeropuerto. Además, recibirán una "contraseña" que pueden dar al personal de la cárcel si empiezan a incomodarse o atemorizarse por las condiciones, que les permitirán abandonar de inmediato el complejo.
Transparencia
Las autoridades penitenciarias no solo quieren hacer esta experiencia para probar cómo funciona la cárcel. También buscan mostrar cómo se trabaja en las cárceles y que hay condiciones de vida y tratos decentes para los presos.
Marc Eiermann, jefe de administración penitenciaria en la prisión de Zurich West, señaló en un correo electrónico que buscan "aprovechar esta oportunidad para mostrar cómo trabajamos realmente, y cuánto profesionalismo y experiencia se necesita para trabajar con los reclusos". "Muchos de nuestros guardianes tienen muchas habilidades sociales. Saben cómo tratar bien a las personas. En realidad, son más cuidadores que guardias", añadió Elena Tankovski, portavoz del departamento de servicios de rehabilitación y correccionales de la región de Zúrich.