Entre tensiones internas y figuras clave que no recibieron invitación, como la de Axel Kicillof, la exvicepresidenta asumirá la presidencia del PJ en un acto que busca recomponer su liderazgo al interior del peronismo.
El ex presidente de Uruguay cuestionó a la líder del PJ al describirla como una referente política que se niega a dejar libres los espacios de poder, en lugar de ocupar un rol más acorde como consejera.
Esta medida se da después de que el gobierno de Javier Milei dispusiera dar de baja ese beneficio para la ex mandataria, informaron fuentes oficiales.
La exmandataria pidió "al actual gobierno para que adopte todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad e integridad física".
Sin novedades sobre su asistencia a la reunión que habían pactado, la ex mandataria avanzó con la conformación de las candidaturas para ir por la presidencia del partido.
El gobernador de la Rioja habló por primera vez sobre una posible postulación de la expresidenta para liderar el Partido Justicialista.
La expresidenta aseguró que el Gobierno de Milei busca "clausurar la idea del progreso y la movilidad social ascendente".
La ex presidenta y el ministro de Economía protagonizaron un intercambio que incluyó insultos y acusaciones por el manejo de las deuda público.
El mandatario afirmó que la ex presidenta se rodeó de "analfabetos anuméricos que destruyeron el país con su chamanismo", y la réplica de la referente peronista no tardó en llegar.
La expresidenta habló por primera vez sobre los comicios en ese país y exigió la transparencia de los resultados. "En Venezuela no hay ni diablos ni ángeles", aseguró.
La ex presidenta apuntó contra el mandatario liberal por intentar ocultar que el Banco Central va a utilizar reservas para intervenir en el mercado de dólares financieros.
Apuntó contra Camau Espínola y Edgardo Kueider, quienes entraron al Congreso por el Frente de Todos pero terminaron apoyando los proyectos del Gobierno.
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